Se trata de un diagnóstico de la situación edilicia, en varios aspectos, que justamente le solicitó el director general administrativo del Senado Rubén Vázquez.
Se hizo referencia a los problemas con los ascensores, así como el desprendimiento de revestimientos cerámicos en algunos sectores, y la aparición de fisuras en algunas oficinas.
“El ingeniero Romero explicó las mejoras en la parte de tableros eléctricos y sistemas de aire acondicionado que fueron realizadas pero que debido al enorme incremento en la cantidad de personas y oficinas que se fueron habilitando a lo largo de los años, se requería de una revisión en lo relacionado con los conductores de alimentación en general, así como de una sospecha de una baja calidad de la energía eléctrica por la existencia de armónicos en la red”, se refiere en la documento.
El ingeniero Sebastián Romero, quien estuvo en contacto con sus pares de la UNA, es el encargado del mantenimiento del edificio, y detalló los pormenores de los problemas que se tienen.
En su evaluación, el decano de la Facultad de Ingeniería sugiere algunas acciones que se tienen que llevar adelante, y menciona que estaría remitiendo un presupuesto para la inspección de las fisuras, y que seguirían revisando.