Así como hay un grupo que se caracteriza por ser calienta- bancas y sirve exclusivamente para levantar la mano, cuando su sector así lo requiere, hay otros que tienen la misión de censurar a sus colegas.
El mecanismo más frecuente suele ser dejar sin cuórum la sesión ordinaria e ir directamente a una extraordinaria; y regularmente también cortar el debate sobre todo a sus colegas de la oposición, cuando se tratan temas candentes y así evitar las críticas.
Entre algunos de los que suelen cumplir esta función están los cartistas Carlos Núñez Agüero, Javier Zacarías Irún, Ramón Retamozo y Derlis Maidana, al que se suma un aliado Dionisio Amarilla.
En algunas ocasiones también le tocó el rol al colorado Óscar Cachito Salomón, quien demostró que no es muy afín a las observaciones y medidas judiciales.
Eso lo dejó claramente sentado cuando cuestionó que la jueza Norma Ortiz haya resuelto una prohibición de acercamiento de Javier Vera, alias Chaqueñito, a la funcionaria indígena Francisca Espínola, a quien agredió.
Salomón pidió dictámenes cuestionando la supuesta intromisión de la magistrada.
Núñez Agüero, más conocido por sus colegas y por su entorno como el comisario, es otro de los que suele pedir el cierre de la lista de oradores o directamente cierre de debate.
El polémico parlamentario cartista incluso había protagonizado incidentes con los periodistas cuando intentó evitar consultas respecto a su vinculación con algunas denuncias, en relación a la cooperativa policial del cual el mismo forma parte.
Además, es uno de los principales impulsores de la cuestionada ley de reforma policial, que ya había sido promovida en el periodo anterior, pero recién sancionada por el Legislativo actual.
La normativa ya fue promulgada por el presidente de la República Santiago Peña, en medio de críticas por otorgar incluso atribuciones de la Fiscalía a la Policía, además de una serie de artículos considerados inconstitucionales.
Otro de los que lidera el ranking a la hora de censurar es Zacarías Irún, cuya tarea se limita a exponer los pedidos de informes que van a ser tratados en cada sesión.
Retamozo, quien arrastra denuncias desde su gestión como titular de Puertos, volvió al Senado esta vez como suplente y con su alianza al cartismo ya consiguió quedarse con una de las vicepresidencias a partir del próximo 1 de julio.
Generalmente, cuando hay algún tema candente o hay apuro en la aprobación de un proyecto es que suele intervenir también el mismo, al igual que sus demás colegas que están en la misma línea.
“Ya fue suficientemente debatido”, es la frase más común que se suele utilizar, sobre todo cuando ya no están dispuestos a escuchar las críticas de la oposición.
Maidana y Amarilla tampoco se quedan atrás a la hora de aplicar alguna moción de censura a sus colegas.
También se volvió común que a la hora del debate de algún proyecto, el cartismo aprovechando la mayoría con sus aliados, no permita que se realice ningún cambio o modificación al proyecto.
En algunos casos incluso ni siquiera se permite que los senadores de la oposición puedan exponer su punto, por más que insistan o por más que tengan la razón.
Este tipo de situaciones se puede corroborar en cada sesión de la Cámara Alta, sobre todo cuando comienzan a subir de tono las discusiones en medio del debate, y no sería raro si se van sumando a la lista otros censuradores.