17 feb. 2025

Se van más Jedis, ¿vendrán otros?

Así la vimos --- Star Wars VIII

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

Sergio Cáceres Mercado

sergio209@lycos.com

Si Darth Vader ya no está y Hans Solo ya murió, solo nos quedaba Luke Skywalker para reatar el hilo de la historia y seguir con el espíritu de la saga más famosa del cine. Cuando hace dos años, el episodio VII finalizaba prometiendo la aparición de Luke, todos los fanáticos esperaron el retorno del Jedi, aquel héroe que no solo rescataría el honor de la mítica orden sino que con su aparición legitimaría todo este reinicio que Disney empezó desde que compró los derechos.

Y no, el personaje no convence. No hace lo que esperamos; lo que un Jedi como Luke debería hacer. Las dudas existenciales que tiene, sus errores siendo ya todo un maestro, lo dejan mal parado. ¿qué es lo que pretende la historia con la actitud de Luke? En todo momento él mismo apela a dejar lo viejo atrás, a hacer las cosas sin depender de lo que mande la tradición; esto puede entenderse como un metamensaje sobre sí mismo para los espectadores: tendremos que vivir toda una larga saga que apenas estamos vislumbrando sin Luke ni todos los que dieron vida a este maravilloso universo que marcó ya a más de una generación. Si esta lectura es correcta, algo de lo que hacen con Luke puede ser perdonado.

Fuera de Skywalker en la isla junto la aprendiz Ray, el resto de la aventura también tiene sus altibajos. La resistencia una vez más está en retirada y pendiendo su existencia de un hilo. El que retornen al planeta donde el episodio V tuvo desarrollo es más que significativo, porque dicho episodio fue criticado cuando se estrenó, confirmando el dictum de que nunca las secuelas son buenas; sin embargo, años después fue reivindicada. ¿Pasará lo mismo con este episodio VIII?

Pero grandes cosas no ocurren en el entorno de la princesa Leia, sino más bien entre los dos jóvenes Jedi. La tensión de fuerzas entre ambos es posiblemente lo más atractivo del filme. Mientras Kylo Ren va desprendiéndose de su imitación de Vader, se vuelve más interesante. Ray es la más rara de todos los Jedi porque no pasa por las etapas de los demás como padawan, ya que su encuentro con Luke tiene muy poco de entrenamiento y si más de conversación política. Esto es otro rompimiento con la tradición que la saga misma inició y de la cual debemos acostumbrarnos.

Este episodio también debe ser recordado como el que más acentúa una crítica sociopolítica a nuestro mundo. La directa alusión al negocio de la guerra es algo nunca visto en Star Wars, lo que para algunos puede ser uno de los pocos méritos del director y guionista Rian Johnson, el hombre más vilipendiado del momento.

Finalmente, no hay duda que con respecto al anterior capítulo este no le alcanza en méritos, a pesar de que tiene sus buenos momentos, con batallas muy tensas y diálogos muy potentes. Habrá que esperar dos años más para ver como se resuelven las cosas, con los rostros nuevos que conocimos en estas dos nuevas entregas y sin los clásicos personajes que van desapareciendo (pues Carrie Fisher ya no podrá estar). Solo los androides y Chewacca nos quedan.

Calificación: ***1/2 (buena a muy buena)