Con una ceremonia interriligiosa conmemoran hoy en Argentina el tercer aniversario de la trágica muerte de Fernando Báez Sosa, hijo de paraguayos, que fue muerto a golpes frente a una discoteca en Villa Gesell, Argentina.
El anfiteatro de la localidad bonaerense de Dolores, ciudad donde se lleva a cabo el juicio a los ocho acusados, será sede del evento. Tanto en Argentina como a nivel local crece la indignación por el deleznable hecho ocurrido tres años atrás.
Silvino Báez y Graciela Sosa estarán presentes y elevarán oraciones junto a representantes de varios credos religiosos en el vecino país.
Se realizará, además, una colecta solidaria de alimentos, abrigos, ropas y otros objetos que serán donados a entidades de beneficencia. Graciela y Silvino buscan convertir el dolor por la ausencia del único hijo en solidaridad.
Un 18 de enero, pero de 2020, Fernando José Báez Sosa fue emboscado y golpeado brutalmente por un grupo de jóvenes y a consecuencia de los golpes perdió la vida.
Ocho jóvenes, jugadores de rugby del club Zárate, fueron detenidos y están siendo juzgados por el crimen.
Ellos son Máximo Thomsen, uno de los más comprometidos, porque habría dado la patada mortal al joven; Luciano, Ciro y Lucas Pertossi; Ayrton Viollaz, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli.
Thomsen declaró de forma sorpresiva en la audiencia del lunes pasado y pidió perdón por el hecho, afirmando que no tuvo intenciones de matar.
HABLÓ OTRO RUGBIER. En la audiencia de ayer, la número 12, hizo lo propio Ciro Pertossi, siendo el primero de los que brindaron su testimonio.
Cuando se hicieron expuso uno de los audios en el cual se escucha un pedido a sus amigos, reconoció que era él. También afirmó ser el que aparece en uno de los videos pateando a la víctima. Se negó a contestar preguntas, pero de alguna forma admitió que formó parte de los agresores.
Cuando pasaron imágenes de la golpiza que recibió Fernando, el acusado hizo una acotación. “Esa patada. Quisiera aclarar que cuando veo al chico y me doy cuenta que estaba en el piso, frené la patada”, declaró.
Ciro Pertossi y Máximo Thomsen son los más comprometidos en el caso, ya que fueron identificados por todos los testigos de haber golpeado salvajemente a Báez Sosa, cuando este ya estaba en el piso, indefenso.
María Alejandra Guillén, madre de Comelli; Erika Pizzatti, madre de Ayrton Viollaz; Héctor Eduardo Benicelli, padre de Matías Benicelli, y Mauro Pertossi, padre de Lucas y Luciano Pertossi, declararon en la jornada de ayer, expresando que sufrían presiones y rechazo social.
