El líder de centro francés, François Bayrou, dará esta tarde una conferencia en la que se dispone a develar cuáles son sus planes de cara al ballotage, el 6 de mayo, cuando sus casi siete millones de votos pueden hacer que la balanza se incline en favor del conservador Nicolas Sarkozy o la socialista Ségolène Royal.
Las intenciones de Bayrou, quien de la noche a la mañana se ha convertido en uno de los hombres más nombrados y solicitados de Francia, tienen en vilo a los dos finalistas en esta segunda vuelta, que necesitan los votos de sus electores para ganar.
Sin embargo, un diputado de su partido Unión para la Democracia Francesa (UDF) afirmó que el dirigente “no dará instrucciones” a su electorado acerca de la forma de votar en la segunda ronda.
Bayrou, con un 18,57% de los votos en la primera vuelta, el pasado domingo, prefiere aprovechar esta súbita visibilidad política para insistir en su idea de que Francia necesita dejar atrás la alternancia izquierda-derecha en el poder y crear una fuerza de centro independiente.
Sarkozy, que obtuvo un 31,18% de los votos el domingo, y Royal, con un 25,87%, necesitan los votos de Bayrou, hacia el que multiplicaron gestos de buena voluntad desde que se hicieron públicos los resultados de la primera vuelta.
Los franceses que votaron al líder centrista son muy heterogéneos y no hay una tendencia clara de voto, como demuestran los sondeos contradictorios publicados en estos dos últimos días en Francia.
Lo que sí está claro por ahora es que Sarkozy parte como favorito de cara a la segunda vuelta, en la que conseguiría entre un 51 y 53,5% de los votos, frente al 46,5 y 49% para Royal.
No obstante, todas las puertas están abiertas y el debate que enfrentará cara a cara a los dos candidatos en la televisión el próximo 2 de mayo será decisivo.