La iniciativa, que ya tuvo media sanción a principios de julio, solicitaba la autorización legislativa para utilizar dos créditos externos por USD 140 millones, dando de baja por este año la colocación de títulos en el mercado local. Los empréstitos provienen del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
El proyecto generó cuestionamientos en legisladores de la oposición, por la falta de claridad en cuanto al destino. Celeste Amarilla enfatizó incluso en que como no se sabe exactamente a dónde irá a parar el dinero, no será raro que se utilice en la campaña presidencial de la chapa oficialista, encabezada por el ex ministro de Obras, Arnoldo Wiens.
Su colega Rocío Vallejo agregó que esta carencia de precisión debe ser una alerta para el estudio del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2023, de modo a no generar un plan de gastos “mentiroso”.
Pese a esto, la propuesta no tuvo mayores objeciones durante la votación y quedó sancionada, lo que da un respiro importante al Tesoro Público, ya que por un lado, asegura el financiamiento para calzar el PGN en inversiones y servicio de la deuda; y por el otro, permite al Estado tomar endeudamiento más barato.
SUSTITUCIÓN. Los altos intereses que rigen actualmente en el mercado, producto de las continuas alzas en la tasa de política monetaria (TPM) como una forma de contener la inflación, empujaron hace unos meses al Ministerio de Hacienda a anunciar la suspensión por el resto del año las emisiones de bonos a nivel local.
Para no descalzar el Presupuesto Público, el Gobierno Nacional presentó al Congreso el proyecto de ley que solicita la aprobación de dos préstamos internacionales por valor de USD 140 millones para reemplazar las colocaciones de títulos internos. De ese total, el proyecto indica que USD 47,6 millones se destinarán al servicio de la deuda próxima a vencer y los restantes USD 92,4 millones a inversiones físicas y financieras del Estado.
Según las estadísticas oficiales, debido a las altas tasas de interés, el Tesoro lleva colocados este año solamente el 8,5% de todo lo ofertado en las operaciones realizadas entre febrero y junio, hecho que puso en apuros al Tesoro para financiar el Presupuesto 2022. En julio y agosto pasados, las subastas ya quedaron sin efecto (ver la infografía).