Para esta licitación, la ID 421683 según el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, se destinará un monto en guaraníes de 1.398.000.000.
El monto a ser destinado para la capacitación generó reacciones en contra, considerando que se trata de una consultoría.
El curso forma parte del proyecto Ñamysãi: Salud y Familia, que es implementado por el Ministerio de Salud. Cuenta con el apoyo técnico y financiero del Banco Mundial, a través del préstamo BIRF Nº 8963-PY.
La convocatoria actualmente se encuentra en evaluación de propuestas técnica y económica, con verificaciones pertinentes sobre el cumplimiento de requisitos mínimos solicitados por el convocante, señalaron desde comunicación de dicho proyecto.
Explicaron que se tratará de una capacitación teórico-práctica, para 500 profesionales médicos del sector público.
Entre ellos se cuentan especialistas en medicina interna, medicina familiar, cirugía de trauma.
También de terapia intensiva pediátrica, anestesiología, neumología, emergenciología, cardiología y médicos generales de Unidades de Salud de la Familia (USF).
La metodología propuesta para el desarrollo del curso es semipresencial, con actividades teóricas a distancia (44 horas) y prácticas presenciales de simulación (12 horas), lo que permitirá brindar a los profesionales médicos no intensivistas conocimientos, habilidades y competencias para el abordaje comunitario.
LA META. Se busca la formación de los médicos no especialistas en terapia intensiva para poder desarrollar las competencias necesarias y ellos puedan ser los colaboradores más cercanos de los especialistas en Medicina Crítica y Terapia Intensiva en el país.
Actualmente son 162 los profesionales certificados de esta especialidad en el país. Estos se encargan de dirigir la atención de pacientes que llegan hasta las salas de urgencias y Unidades de Terapia Intensiva, buscando reducir la mortalidad de los casos respiratorios más graves.
Durante la pandemia, la función de los especialistas en terapia intensiva fue una de las que más trabajo tuvieron para hacerle frente.
La situación se volvió muy crítica entre abril y junio del 2021. En ese periodo fue el mayor embate del Covid en el país.
Era común ver en las redes sociales y estados de WhatsApp, los desesperados llamados por conseguir un lugar en UTI.
La lista de espera llegó a superar los 200 por día durante aquel tiempo. Mientras los profesionales de UTI hacían lo imposible para salvarles la vida a los pacientes.
El área de terapia intensiva es una de las que más desgaste generan en los profesionales. A ello se suma la paga que suele ser escasa.