Si bien no precisó la identidad del paciente, aseguró que se trata de una sola persona, que estaba en Terapia Intermedia del Hospital Nacional de Itauguá con los siguientes síntomas: presencia de líquidos en el pulmón, dificultad respiratoria, tos, plaquetas bajas y una importante hemorragia nasal.
“Se le compensó, se le hidrató, se le monitoreó y al día siguiente ya estaba recuperado”, dijo Allende.
En ese nosocomio se encuentra internado Rigoberto Caballero, un hombre de 35 años que reside en Capiatá, y presenta todos los síntomas del dengue hemorrágico.
“Los médicos dijeron que es dengue hemorrágico. Yo tengo un certificado que me dio el doctor de acá", dijo Liza Aquino, esposa de Rigoberto.
Ella comentó que los síntomas fueron fiebre con chucho, dolor de cabeza y sangrado en la nariz.
CON O SIN SANGRADO. Allende explicó que hoy ya no se habla de dengue hemorrágico, sino que la nomenclatura adecuada es dengue “grave”.
“Sucede que las manifestaciones hemorrágicas no siempre están presentes en un paciente con dengue grave. Queda corta la definición de hemorrágico, porque muchos pueden incluso morir sin tener hemorragias”, manifestó.
Dijo que cualquier persona en cualquier lugar del país puede aparecer con un cuadro de dengue grave.
Las características más importantes de esta variedad son hemorragias masivas y fuga capilar, que es el pasaje de líquidos desde el torrente circulatorio hasta otros espacios, fenómeno que se autolimita generalmente a las 24 o 72 horas.
“Todos los casos de dengue grave son potencialmente recuperables. Solo pueden morir aquellos que entran en choque refractario (cuando el cuerpo ya no reacciona a líquidos), que se da cuando el paciente llega a consultorio en una etapa avanzada de la enfermedad.”
IMPREVISIBLE ENFERMEDAD
Iván Allende, director de Vigilancia de la Salud, explicó que la diferencia entre el dengue grave y el común es la fuga capilar, que es cuando los líquidos salen del torrente sanguíneo. Es un cuadro progresivo que puede detenerse con manejos adecuados de fluidos, y no precisamente es mortal.
“La enfermedad es absolutamente imprevisible. Uno no sabe cómo va a terminar. La mayoría de los casos termina como un cuadro febril, pero algunos críticos tienen signos de alarma que suelen ser el dolor abdominal o la presencia de vómitos persistentes o de una hemorragia. Esos son los pacientes con un cuadro grave de dengue que deben estar en observación. Pero, por más grave que sea el cuadro, la recuperación es bastante rápida”, culminó.