14 dic. 2025

Rusia lleva la guerra a Kiev y Ucrania rechaza ultimátum de Putin

Las fuerzas rusas bombardearon un centro comercial en Kiev y, por primera vez en 26 días de guerra, viviendas en Odesa, puntos estratégicos en el mapa de la ofensiva rusa junto a Mariúpol.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski rechazó los últimatums planteados por Rusia, que defendió su bombardeo contra un centro comercial de la capital, Kiev, que mató a ocho personas.

“Ucrania no puede aceptar ningún ultimátum de Rusia. En primer lugar, habrá que destruirnos a todos, únicamente entonces se respetarán sus ultimátums”, declaró Zelenski al portal de información ucraniano Suspilne, rechazando las exigencias de Moscú.

Rusia quiere que se rindan las ciudades de Járkov (noreste), Mariúpol (sureste) o Kiev, la capital, subrayó el jefe del Estado ucraniano.

Pero “ni los habitantes de Járkov, ni los de Mariúpol, ni los de Kiev, ni yo, el presidente, podemos hacerlo”, puntualizó.

Ademas, matizó, cualquier “compromiso” que se alcance en las negociaciones con Rusia deberá ser sometido a un “referéndum” en Ucrania.

El mando militar del Kremlin había advertido a las autoridades de Mariúpol (sureste) que tenían hasta “las 5 de la mañana (...) del 21 de marzo” para responder a ocho páginas de demandas, que según responsables ucranianos equivaldrían a una capitulación.

Como Zelenski, la viceprimer ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk rechazó el ultimátum y dijo que Moscú debería, en cambio, permitir que los residentes atrapados puedan salir.

Allí, casi 350.000 personas están atrapadas sin agua ni electricidad. La localidad está siendo bombardeada por las tropas rusas desde hace casi un mes.

Mariúpol es un objetivo clave en la guerra del presidente ruso Vladimir Putin en Ucrania porque constituye un puente terrestre entre las fuerzas rusas en Crimea al suroeste y el territorio controlado por Rusia, al norte y al este.

BOMBAS EN ODESA. El lunes por primera vez en lo que va de guerra la estratégica ciudad portuaria de Odesa -de 990.000 habitantes-, sufrió bombardeos contra edificios residenciales con artillería disparada desde el mar, señaló la Alcaldía en Telegram.

“Son edificios residenciales donde viven civiles. Que lo sepan los rusos enajenados, a quienes los dirigentes de su país les dicen que aquí no pasa nada de esto”, afirmó el alcalde Gennady Trukhanov.

El lunes, las bombas rusas alcanzaron de nuevo varios objetivos, entre ellos un centro comercial en Kiev, causando la muerte a al menos ocho personas, según la Fiscalía General.

Rusia dijo que atacó el centro comercial con “armas de precisión de largo alcance” porque el edificio “no estaba operativo” y se utilizaba como almacén de armamento.

Lejos de los frentes, los líderes de Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Alemania e Italia volvieron a mantener conversaciones urgentes sobre la guerra.

En una reunión separada, los ministros de Exteriores de la Unión Europea estudiaban en Bruselas nuevas sanciones contra Rusia.


Moscú prohíbe Facebook e lnstagram
Un Tribunal ruso prohibió el lunes las redes sociales Facebook e Instagram por considerar que realizan actividades “extremistas”, una medida que se enmarca en el intento de Moscú de controlar la información en línea sobre la ofensiva en Ucrania.
“Accedemos a la petición del fiscal de prohibir las actividades de la empresa Meta”, la casa matriz de Facebook e Instagram, dijo el juez del tribunal de Moscú, según las agencias de prensa rusas.
Las redes sociales gestionadas por Meta están “prohibidas por actividad extremista”, añadió el tribunal en un comunicado difundido por Telegram.
La aplicación de mensajería WhatsApp, también propiedad de Meta, no se ve afectada por esta medida, ya que el tribunal estimó que no se usa como medio de “difusión pública de información”.
Tras el inicio de la operación militar en Ucrania el 24 de febrero, las autoridades rusas endurecieron el control de la información. La prohibición de Facebook e Instagram se enmarca en esa línea.
Estas dos redes sociales ya estaban prohibidas desde hace algunos días, así como Twitter y las páginas web de la mayoría de los medios rusos independientes.