Según el empresario, el cauce hídrico presenta actualmente un comportamiento natural como respuesta a las condiciones climáticas recientes, ante el déficit de lluvias registrado en el último año.
Deslindó responsabilidad del sector por la crisis en el río y aseguró que no está vinculado al uso de agua para los cultivos de arroz.
Heisecke sostuvo que el agua utilizada para el riego en los arrozales retorna en un 65% a 70% al cauce original, mientras que el resto sigue el ciclo del agua a través de la absorción en la tierra y la evaporación, lo que, según él, está sustentado en múltiples estudios realizados en Latinoamérica.
”Es un comportamiento normal por las condiciones climáticas, no se relaciona con la utilización del agua en campos arroceros. Nosotros no hemos inventado nada. Hemos visto la experiencia de la industria en otros países, y la implementamos aquí siguiendo estándares internacionales”, dijo.
Finalmente, recordó la vigencia de normas que regulan la industria arrocera y apuntó a que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible dispone de información científica que respalda la inocuidad de los arrozales en relación a los niveles del río.