Carlos Manuel Peralta
cperalta@uhora.com.py
Víctor Navarro es un ex preso político venezolano que estuvo recluido en el Helicoide, conocido como el mayor centro de torturas de ese país, bajo el Gobierno de Nicolás Maduro.
Este centro de tortura, que originalmente fue preparado para un ser un centro comercial, se encuentra situado en pleno centro de Caracas, donde Navarro fue detenido, según explica, de forma “arbitraria”. Tras ello, ingresó en esta cárcel, donde permaneció cinco meses soportando torturas tanto físicas como sicológicas, unas prácticas que, asegura, son política de Estado. Después se produjo una negociación política que le permitió salir de esta prisión e instalarse en Argentina con el estatus de refugiado.
Una vez fuera de ese infierno, comenzó a canalizar todo lo sucedido para que el mundo conozca los padecimientos que soportan presos políticos en Venezuela.
Fue así que hace unos días estuvo en nuestro país, e incluso mantuvo reuniones con legisladores con el fin de que materialicen un proyecto de resolución en el cual se exhorta al cierre de los centros de torturas y se condene las violaciones a los DDHH en Venezuela.
Pero hay algo que Navarro lo tiene muy claro. El activista y periodista venezolano fue tajante al hacer hincapié en el restablecimiento de relaciones con Venezuela por parte del Gobierno de Santiago Peña, algo que el anterior jefe de Estado, Mario Abdo Benítez, había dado de baja, justamente en repudio a las violaciones a los DDHH que son denunciadas a diario en ese país.
“Apoyar a Maduro es apoyar la tortura. Maduro es un torturador. Maduro, Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez son personas que cometen crímenes de lesa humanidad, y son responsables directos de ellos. Son ellos quienes cometen la tortura. No hay otra analogía aparte de eso. Apoyar a Maduro es intentar normalizar la tortura”, expresó.
Copamiento.
Navarro hizo una analogía del copamiento de poderes que existe en Venezuela por parte de Maduro, algo que el cartismo imita y muy bien, en nuestro país.
“Creo que cuando ves eso hay que poner una bandera roja hacia el debilitamiento de la democracia. Cuando los poderes no tienen su propia independencia eso significa que la democracia no es sólida y genera mucha preocupación. Es un peligro para la democracia”, alertó.
No obstante, Navarro sostuvo que existen paraguayos de bien, y que las decisiones del Gobierno de Peña no necesariamente representan el sentir de paraguayos de bien.
“La representación de los países fácticamente o por escrito representan nombres y posturas no necesariamente representan al país y su gente, sé que Paraguay y paraguayos decentes y líderes repudian lo que pasa en Venezuela, por eso no es casualidad que esté en Paraguay. Por otro lado, el Congreso de forma unánime dio entrada a un proyecto de resolución en el que se pedía al presidente que pidiera a Maduro que cierre los centros de tortura y liberara a los presos políticos. Paraguay es el primer país que hace eso y es muy valioso”, recalcó.
Dictadura
Pero ¿cómo es que no se puede detener esta barbarie? Navarro señala que la tortura es una política de Estado en Venezuela y, por ende, necesitan generar miedo para mantenerse en el poder.
“Venezuela vive una dictadura, es muy complejo que quienes somos demócratas o quienes creemos en la democracia usemos otras vías que no son democráticas para intentar salir de estos regímenes autocráticos, si una dictadura que ha ido permeando cada vez más el poder la tortura es una política de Estado y es sistemática, no se detiene porque el régimen a través del poder genera miedo, tortura a las personas, y de esa manera allí se tiene”, afirmó.
Es más, haciendo números, se estima que en el país caribeño, desde el 2014 hasta ahora ha habido más de 16 mil presos políticos.
“Ellos necesitan torturar para mantenerse en el poder. Necesitan torturar personas que si se reclama la situación pueden torturarme o asesinarme. O lo hacen para poder negociar el poder que yo tengo. Con EEUU se negoció presos políticos con sanciones. Se alimenta de la tortura para mantenerse en el poder”, reflexiona.
Proyecto
El proyecto de realidad virtual nace de las ganas de querer mostrarle al mundo la situación de los presos políticos en Venezuela.
“Es una experiencia inmersiva que recrea el espacio donde estuvimos 30 personas detenidas en este centro de torturas. Junto a sicólogos especialistas en traumas, especialistas en ciencias del comportamiento, investigadores, abogados, programadores, creamos un equipo multidisciplinario buscar a través de la tecnología visibilizar y dimensionar principalmente como vive un preso político. Generar mucha mas empatía y hacer un llamado a la acción que es lo que hacemos nosotros, pedir que liberen a todos los presos políticos y que cierren estos centros de tortura. Con esta realidad virtual se ven las celdas donde estuvimos recluidos pero al final del día esto se convierte en un medio para denunciar lo que sigue pasando en Venezuela, que todo aquel que disidente con el poder puede ir a un centro de tortura”, menciona Navarro, antes de hacer una pausa, beber un sorbo de agua y luchar contra esos recuerdos que lo atormentan por las noches.
“Un día en el Helicoide es eterno. Es tortuoso. Representa sentir que se te está yendo la vida. Representa lo peor que le puede pasar a un ciudadano. Inclusive cuando no se puedan meter en tus creencias, tus pensamientos pasan por cualquier estadio porque lo más íntimo que es tu libertad está siendo coaccionada por un opresor. La tortura es la palabra que lo define”, menciona pensativo.
Insta a la sociedad civil a “meter presión para que se sepa todo esto... Se deben publicar las cosas, por redes sociales, no hay nada más valioso para un preso político que sepa que se muestra su historia”, concluye el ex preso político venezolano.