La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y el jefe de los bomberos del condado, Alan Cominsky, confirmaron que por ahora siguen paradas las operaciones y se reanudarán cuando los ingenieros estructurales determinen qué se puede hacer.
Los movimientos que indican inestabilidad en el edificio se registraron sobre las 2 de la madrugada, según Cominsky. En una parte de la “zona cero” se registraron “6 a 12 pulgadas de movimiento” (de 152 a 304 milímetros), lo que se suma al movimiento en otros puntos del edificio que aún sigue en pie.
Esos movimientos sumados al desplazamiento de escombros dispararon temores sobre posibles “derrumbes adicionales” que podrían poner en riesgo a los operarios, dijo. Los ingenieros trabajaban con expertos “para desarrollar nuevas estrategias para continuar”. EFE