La imagen de la Virgen de los Dolores se abrió paso en el patio del penal. Entre el canto de los estacioneros aparecieron, con antorchas en mano, las internas vestidas con túnicas blancas y mantos celestes emulando a la Virgen María. Del acto religioso participaron los internos del pabellón católico y las internas del pabellón de mujeres.
De esta manera, las 14 estaciones del Vía Crucis fueron representadas en una situación atípica para Tañarandy, que este año no pudo conmover a miles de turistas debido a la cuarentena por la crisis sanitaria del Covid-19.
La procesión en la Penitenciaría Regional arrancó alrededor de las 17:30 del Jueves Santo y fue organizada por los propios internos quienes pasaron una Semana Santa emotiva a pesar de no poder recibir las visitas de sus seres queridos, debido al coronavirus.
La idea de llevar al penal la tradicional procesión de la compañía Tañarandy surgió la semana pasada cuando Manuel Martínez, administrador de la cárcel de Misiones, se comunicó con el artista plástico Koki Ruiz, creador del evento en Tañarandy. Le preguntó cómo se podría hacer la celebración dentro de la penitenciaría y Koki le sugirió la fabricación de velas encendidas con las cáscaras de la fruta conocida como apepu y grasa de cerdo para iluminar el sendero.
Los trabajos iniciaron ese mismo día y en poco tiempo ya estaba todo listo para la procesión y en pleno proceso de crear las luminarias.
Antes de iniciar este trabajo, el administrador del penal preguntó a Koki Ruiz si no tendría algún retablo o algo que le haya sobrado de alguna actividad de Tañarandy para hacer una conmemoración y algo diferente en el penal en esta Semana Santa. La respuesta del artista plástico fue no. No tenía nada porque esas cosas no se guardan, entonces prometió regalar 10 luminarias y le prestó las vestimentas a las mujeres.
Martínez –comentó Koki Ruiz– le manifestó que le entusiasmó la idea, que no podía dormir y le prometió que le enviaría la Virgen y que además logró contactar con los estacioneros que trabajan cada año en Tañarandy.
“Los estacioneros se emocionaron mucho porque cuando se suspendió Tañarandy ellos pensaron que ya no iban a cantar”, dijo.
Los reclusos estuvieron muy emocionados, inclusive, había algunos que lloraban en el acto. “No creyeron, solo veían en la tele y no creyeron que se podía hacer en el penal”, refirió el director de la Penitenciaría Regional de Misiones.
No hubo Yvága Rape en la compañía, pero abuelas exhibieron sus santos y reliquias
Por primera vez, en 28 años, la tradicional procesión del Yvága Rape, que se realiza en la compañía Tañarandy, de San Ignacio, Departamento de Misiones, no pudo recibir a las miles de personas que cada año llegan al lugar para presenciar este acto religioso-artístico local, que en esta ocasión se trasladó a la penitenciaría. Esto debido a la pandemia de Covid-19 en Paraguay.
El 10 marzo, el artista Koki Ruiz anunció en su página de Facebook que la procesión de la Semana Santa en Tañarandy quedaba suspendida como medida de prevención, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud. Sin embargo, la comunidad sorprendió en la tarde de ayer cuando frente a sus hogares, las familias de la compañía sacaron sus altares y reliquias.
Koki Ruiz subió a su página de Facebook las postales de esta manifestación religiosa encabezada por las abuelas de la compañía. Imágenes de santos, de la Virgen de Caacupé, cruces y estampas formaron parte de este altar.