Con la mochila al hombro, Lucio Monges Salinas espera el colectivo para volver a su casa. Otro día ha terminado y por encima de la fila de vehículos que pasan sin cesar en el ocaso del atardecer sobre la avenida Eusebio Ayala, grandes nubes grises amenazan con la lluvia.
“Ahora hace media hora que estoy esperando. Pero suele ser entre 40 y 45minutos. Una hora incluso”, dice Lucio, quien aguardaba la línea 49 para volver a su hogar ubicado en la ciudad de Luque.
El hombre, un trabajador de unos 60 años, lamentó el mal servicio que la empresa viene brindando últimamente. “Yo duermo seis horas nomás. Llego a mi casa a las 09:00 y me tengo que levantar a las 03:00 para tomar mi micro a las cuatro. En total 18:00 horas estoy fuera de mi casa”.
Unos metros atrás, Vilma Valenzuela también tenía la vista clavada en el horizonte nuboso. Habían pasado 40 minutos desde que llegó a la parada y seguía esperando volver a su hogar a Capiatá.
“Es así todos los días. Ya es una costumbre. Cuando alguien sale de trabajar todo el día, quiere ir a descansar, pero tiene que esperar mucho tiempo otra vez”, dice la usuaria del transporte público.
Vilma y Lucio son dos de los miles de rostros de pasajeros que cada día padecen el pésimo funcionamiento del transporte público.
Los usuarios piden al Viceministerio de Transporte que realice los controles y exija a transportistas cumplir su frecuencia.
Contramano. Ambos usuarios, al igual que otras personas que aguardaban el colectivo en las distintas paradas para volver a sus hogares o ir a las universidad, coincidieron en que el suplicio de la regulada sigue como siempre.
En febrero de este año, el Gobierno puso en funcionamiento el servicio de transporte público nocturno que fue bautizado como Búho.
En setiembre dicho servicio, que opera entre las 22:00 y las 03:00 de la mañana, inauguró su tercera ruta, cubriendo el trayecto Asunción-Ñemby.
Está previsto que en poco tiempo, el Búho inaugure una cuarta ruta que cubrirá el trayecto Asunción-Luque.
También está en proceso de adjudicación la B, que abarcará el tramo Asunción-Limpio.
La aparición del servicio de las madrugadas echó por tierra el argumento de los empresarios del transporte que dejaban a los pasajeros a la deriva luego de las 22:00. Según argumentaban, no cubrían el horario nocturno porque existía un escaso movimiento de pasajeros.
De acuerdo con datos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), desde febrero y hasta el 21 de octubre, las validaciones en la red Búho han llegado a 77.348 validaciones. Del total, la línea B1 (Asunción–San Lorenzo) alcanza 72.882 validaciones, mientras que la línea B3 (Asunción–Ñemby) suma 4.466.
Los pasajeros que esperaban volver a sus hogares, valoraron la posibilidad de contar con colectivos por la noche. Sin embargo, esperan que el Gobierno también piense en quienes deben volver luego del trabajo. “No hay, no hay micro. Se espera mucho. Los días de lluvia y domingo no hay luego”, expresó una usuaria que llega a la capital desde Roque Alonso.