Este reglamento establece requisitos mínimos que las entidades financieras deben cumplir al vender sus carteras de crédito. Esto incluye tanto a las personas físicas como jurídicas, independientemente de si están supervisadas o no por el BCP.
Una de las características destacadas de la normativa es que la venta de cartera de crédito transferirá todos los derechos, accesorios y privilegios al comprador, incluyendo la fuerza ejecutiva del título, si la tuviera. Esto significa que el adquirente podrá ejercer todos los derechos que originalmente pertenecían a la entidad financiera vendedora. Además, la venta podrá realizarse tanto al contado como a crédito, aunque esta última opción está restringida a compradores que no estén vinculados a la entidad financiera vendedora, evitando así posibles conflictos de interés y garantizando la independencia de la transacción.
información. La normativa también impone obligaciones de comunicación. La operación de venta deberá ser notificada al BCP en un plazo máximo de 10 días hábiles desde la firma del contrato. En el mismo periodo, la entidad vendedora deberá informar al deudor y a sus codeudores sobre la transferencia de la deuda. Esta medida busca asegurar que todas las partes involucradas estén al tanto de la transacción, reduciendo así la posibilidad de disputas o malentendidos futuros.
Otro aspecto importante es la obligación del adquirente de mantener actualizada la información sobre la calificación del deudor en la Central de Información, a través de las entidades supervisadas, por un período de tres años. Esta disposición garantiza que el historial crediticio del deudor sea preciso y esté disponible para futuras evaluaciones, según lo informado.
Los datos estadísticos del BCP muestran que al cierre de abril el saldo de la cartera de créditos del sistema bancario fue de G. 149 billones (USD 19.900 millones), esto es 17,5% más que lo registrado en el mismo mes de 2023.
Un análisis de Mentu resalta que, por segmentos de crédito, se verifica que la intermediación financiera, servicios personales, servicio, venta y reparación de vehículos y otros sectores económicos han sido los sectores con mayor dinamismo, incrementándose entre 23% y 69% en términos interanuales.