Las cámaras del 911 solo funcionan en un 60% de su capacidad, según lo había admitido el ministro Arnaldo Giuzzio.
Esta situación hace que el sistema de vigilancia urbana esté en terapia intensiva, según diagnosticó José María Amarilla, experto en seguridad.
La falta de mantenimiento de las cámaras averiadas favorecen a la criminalidad, tanto para la organizada como para los delincuentes comunes.
Esto se repitió en varios casos emblemáticos, que sucedieron en Asunción, ciudades del Departamento Central y otras localidades.
En la opinión del analista, en este fenómeno “la desidia es un cómplice de la criminalidad”, indicó.
Para Amarilla, con el escenario que se plantea actualmente, los delincuentes se ven favorecidos porque saben que en puntos estratégicos no funcionan las cámaras y esto les da impunidad.
Sin embargo, en la experiencia de otros países, se lograron reducir los índices de delincuencia. “En Ecuador, se logró disminuir el 70% de los asaltos callejeros con el circuito cerrado, que es el paradigma para la vigilancia de zonas urbanas, si es utilizado correctamente.
Para ello, en la opinión del profesional, se debe trabajar con tres criterios fundamentales, como la eficiencia, la eficacia y la capacidad de reacción.
INVERSIÓN. Afirmó que además del correcto funcionamiento de los aparatos, también se debe contar con un sistema de vigilancia eficiente y trabajo en conjunto con unidades operativas como el grupo Lince para una rápida reacción.
Para mejorar la situación, una de las claves es invertir en el mantenimiento de las cámaras averiadas.
Esto llevaría un costo de alrededor de 3 millones de dólares, en el cálculo de Amarilla.
El Sistema de Emergencias 911 se constituye en una de las herramientas más útiles con que cuenta la Policía Nacional en su servicio diario que brinda a la ciudadanía; sin embargo, el avanzado sistema informático actualmente requiere de una pronta actualización del soporte y mantenimiento, ya que venció en febrero del 2020. Es decir, el software del tecnológico sistema venció hace un año y ocho meses y el soporte podría colapsar en cualquier momento por falta de mantenimiento. “Es de público conocimiento que estamos con un mantenimiento vencido, que debemos renovar”, había reconocido a ÚH la directora Liliana Díaz.
