EFE
Quito
La campaña de la consulta popular para una Asamblea Constituyente acabó en Ecuador en un tono flojo y con el presidente Rafael Correa embarcado en una maratónica promoción del “sí" en todo el país, a la que hacen frente escasos defensores del “no”.
Correa pasó todo el día en la ciudad sureña andina de Cuenca, donde asistió a los actos oficiales programados con motivo del 450 aniversario de la fundación española de esta población, luego de visitar Guayaquil, así como las provincias de Carchi e Imbabura.
Siguiendo la tónica de la semana, el mandatario rebatió las acusaciones que le hacen sus detractores de intentar concentrar el poder en sus manos con una Constitución a su medida.
“Aquí vamos a tener un estilo propio y un proyecto único que es Ecuador”, sin seguir los modelos de otros países latinoamericanos ni influencia extranjera, ya sea “brasileña, venezolana o estadounidense”, afirmó.
El gobernante reiteró que, al ser la Constituyente de plenos poderes, pondrá su cargo a disposición de los asambleístas, que también podrían disolver el Congreso y la función judicial, aunque –en su opinión– no deberían hacerlo.
Además, señaló que la nueva Carta Magna será sometida a un referéndum, para que sea el pueblo el que apruebe su ley básica.
CRÍTICAS. Criticó a los que promueven el “no”, especialmente a la Unión Demócrata Cristiana (UDC), liderada por el ex presidente Osvaldo Hurtado, y a un denominado Movimiento Libertario, por la “campaña de terror” que, dijo, han desarrollado en contra de la Constituyente.
Correa repitió que pensará si seguir en el cargo, en el caso de que no salga adelante la Constituyente en la consulta y recordó que los votos nulos y blancos se unirán al “no”, pues son necesarios la mitad más uno de todos los sufragios emitidos para que triunfe el “sí".
Por su parte, Hurtado, demócrata cristiano y principal contendiente de Correa en esta campaña, volvió a expresar su rechazo a una Constituyente en una entrevista con Radio Democracia, en la que dijo que representa la opinión de una parte importante de ecuatorianos.
El vicepresidente Lenin Moreno, solidario con Correa, declaró a los periodistas que, si triunfa el “no” en la consulta, dejará el cargo, pues aseguró que forman “un equipo sólido” y, si no pueden hacer una nueva Constitución, se van a la casa.
Una eventual dimisión conjunta de Correa y Moreno dejaría la jefatura del Estado temporalmente en manos del presidente del Congreso, Jorge Cevallos.
Poco movimiento
En la calle, incluso en la recta final, la campaña se mantuvo prácticamente ausente.
Mientras, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha aumentado sus anuncios institucionales para dar a conocer la pregunta a los ecuatorianos sobre si desean o no una Constituyente y el estatuto de la Asamblea, que irá incluido en la papeleta.
Fernando del Pozo, presidente del Tribunal Electoral de la provincia de Pichincha, donde se encuentra Quito, indicó que para un votante de “lectura rápida”, leer la papeleta le llevaría diez minutos, por lo que han hecho un esfuerzo para que la gente lo conozca antes de ir a votar y agilizar así el proceso.