Putin ya había aprobado a principios de 2023 el emplazamiento de armas nucleares tácticas en la antigua República soviética como instrumento de disuasión ante el avance de la infraestructura militar aliada. “A nosotros nos causa una preocupación especial la situación en Europa. En particular, por supuesto, en Ucrania. Los países occidentales instigan intencionadamente las tensiones (...) Las políticas irresponsables están llevando al mundo al borde de un conflicto global”, afirmó.
El jefe del Kremlin habló del despliegue del Oreshnik, que fue por así decir presentado en sociedad el pasado 21 de noviembre al ser utilizado para atacar una fábrica de armamento en el este de Ucrania, cuando prácticamente acaba de aprobar su producción en serie.
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, aprovechó la presencia de su colega ruso en Minsk para solicitarle públicamente el envío del armamento de nueva generación. “Rusia lanzó con éxito el Oreshnik, lo que tuvo cierto impacto en nuestros antiguos socios y actuales adversarios. Perdónenme el atrevimiento, pero quiero pedirle públicamente que los nuevos sistemas de armamento sean desplegados en territorio de Bielorrusia”, dijo. EFE