EFE
La investigación, liderada por el Laboratorio de Reproducción y Desarrollo de Plantas de la Universidad de Lyon (este), examina a nivel molecular los procesos metabólicos y la genética de la Rosa chinensis, también conocida como rosa china.
“Las rosas tienen un alto valor cultural y económico para la industria del perfume y como plantas ornamentales. Aquí presentamos el genoma completo de la rosa y el ensamblaje y resecuenciación de los principales genotipos que contribuyen a su domesticación”, explican los autores en el documento.
Las rosas modernas presentan genomas complejos que deben ser decodificados para aprovechar toda la información genética que contienen y mejorar así la especie.
No obstante, precisa el estudio, los esfuerzos efectuados anteriormente para secuenciar sus genomas ofrecieron resultados “altamente fragmentados” y, en consecuencia, han dificultado, hasta ahora, la posibilidad de descifrarlos.
Para superar este escollo, el experto al frente de esta investigación, Mohammed Bendahmane, aplicó un modelo de “secuenciación de lectura prolongada” sobre un cultivo de microesporas para obtener el “genoma de alta calidad” de la Rosa chinensis.
Se trata, destacan, “de una de las secuencias genómicas más intactas que existe”.
Con este significativo avance, los científicos han podido efectuar análisis comparativos de genomas para explorar el origen y evolución de las rosas respecto al de otras plantas, como la de la fresa, el albaricoque, el melocotón, la manzana y la pera.
Asimismo, al combinar esa detallada información genética con análisis bioquímicos y moleculares detectaron la existencia de “nuevas vías genéticas” relacionadas con el color y el aroma de las rosas.
También identificaron otros genes idóneos para implicarlos en el proceso de floración, lo que permitiría a los expertos mejorar la genética de los cultivos de rosas.
En la práctica, señalan, tanto investigadores como cultivadores podrán en el futuro manipular el proceso de floración y de coloración; mejorar el uso del agua; potenciar el aroma o extender la vida decorativa de las rosas.