La redacción del diario Última Hora fue motivo de inspiración de la inquieta creatividad del periodista y poeta bilingüe (español-guaraní) Mario Rubén Álvarez, quien recientemente lanzó su poemario A vuelo de diario.
“La premura con que late cada día el diario no da para poemas largos, solo para cortos, rápidos, urgentes”, comentó a ÚH el miembro fundador de la Academia de la Lengua Guaraní.
“Por eso hay poemas que se resuelven, en su significación posible, en un título y un verso, o dos o tres. Esto no quita que hayan algunos más extensos”, explicó.
La reelaboración de la frase A vuelo de paloma le inspiró el título A vuelo de diario, aludiendo al ritmo del periódico, al modo de él, lo que permite, “una veloz mirada desde su misma entraña febril cotidiana”.
Para el ex editor y periodista de Última Hora, estos poemas que son parte del material publicado por Editorial Rosalba “eran relámpagos liberadores.”
Significaba “abstraerme un instante de lo inmediato de mis tareas y mis responsabilidades para reconstruir lo mismo que estaba viviendo o pensando en un código poético a veces lírico, a veces crítico.
Eran liberadores porque me quitaba de adentro el peso que me incitaba a poner por escrito lo que, de pronto, me avasallaba”, relató.
HOMENAJE. El autor de varios poemarios y obras que reflejan su profundo compromiso con la identidad cultural del Paraguay destacó que este nuevo poemario es “un homenaje” a compañeros y compañeras de su paso por el periodismo.
“Porque estoy seguro de que ellos también habrán pensado o sentido lo mismo que yo”, sumó.
El ex editorialista y columnista de ÚH considera que él fue solo “el escribiente nada más, de algo cuyos dueños fuimos todos. No quise apoderarme solo de un patrimonio colectivo”.
“’En Parkinson positivo digo: Tiemblo de alegría cuando me regalas/ la risa que traes de cada cobertura’. Seguro que algunos, algunas, nos poníamos felices por el afecto que nos unía cuando una compañera, un compañero, regresaba de afuera”.
MIRADA DE POETA. Mario Rubén Álvarez reflexiona y expresa que muchas veces los periodistas, por ser tan dinámica la realidad, “solo miramos y vemos lo superficial de lo que ocurre, de lo que se declara y denuncia. La poesía en cambio mira más hacia el corazón, la esencia de las personas, los hechos y las cosas”.
Su experiencia fue a doble vía, el periodismo le ayudó a ver con más profundidad lo cotidiano, “pero también la vida de la Redacción, el vínculo diario con la noticia, me dieron materia prima para escribir”.
En cuanto a los tiempos diferentes en los que se mueven periodismo y poesía, añadió: “La brevedad, la síntesis, el fogonazo fueron los puntos de encuentro armonizados de esas dos realidades. Los dos convivieron para permitir que mi sensibilidad se expresara sin conflictos”.
En cuanto a la brevedad de los poemas de este libro, cuenta que responden a una “adecuación a lo que se podía. Un recurso a mano, un salvavidas contra el silencio y, acaso, la frustración.”
El ¿Para QUIÉN? A la pregunta ¿para quién escribes?, el periodista y poeta responde que como periodista escribía y escribe para “un público masivo, sin rostro, general”, en tanto que como poeta “escribo para un público más restringido, que ama y lee poesía. No son muchos, pero existen, entre ellos amigos y amigas poetas, o no poetas”.
Al final de la conversación, Mario Rubén Álvarez condensa la esencia de su trayectoria. Su intención, tanto en la noticia urgente como en el verso íntimo, siempre es la verdad. En el periodismo, esta se aplica a la precisión del dato; en la poesía, se eleva hacia verdades más profundas y sustanciales sobre el gozo, la desdicha, el amor y la finitud humana.
Al reflexionar sobre su paso por la redacción, define un diario como la suma de lo tangible (el trajín, las guardias, la poca paga, el regaño) y lo intangible (la emoción de la primicia, el júbilo de ver la noticia en tapa, el impacto de sus palabras).
Es precisamente este disfrute íntimo lo que lo lleva a una conclusión llena de paz: “Hoy yo tengo la feliz sensación de que nunca trabajé en medio de comunicación alguno”.
Mirando hacia el futuro, el poeta se apresura a publicar lo propio, que por años pospuso mientras escribía sobre otros.
Con la convicción de haber intentado aportar su granito de arena —"No dejo un mundo mejor, pero lo intenté"—, Mario Rubén Álvarez se prepara para un nuevo amanecer creativo, este martes 25 de noviembre dará a conocer otro poemario: Entonces, amanece.