En Asunción es casi un hecho que los opositores busquen un acuerdo para consensuar candidatura, así como en Salto de Guairá, Encarnación y Ciudad del Este, donde ninguno de los partidos opositores tienen fuerza propia.
Los liberales están contrarreloj en lo que refiere a fomentar acuerdos, puesto que, si bien se mantuvo activa la mesa de presidentes de la oposición luego de las elecciones de 2018, dentro del PLRA, con 1.300.000 afiliados, no existe un diálogo fraterno entre sus líderes, sino al contrario, prima el internismo.
En este contexto, el escenario es incierto para que se convoque a una convención, que es la instancia que debe formalizar la habilitación de acuerdos electorales. Sin ese instrumento, los liberales están bloqueados de realizar alianzas formales.
Desde el Tribunal Electoral Independiente, que ya elaboró el cronograma para este 2020, consideran que lo mejor es que antes de la inscripción de candidaturas, los liberales sepan ya si la convención habilitará o bloqueará postulaciones en algunos distritos, como ya pasó en 2015 en Asunción, cuando estaba vedado para un liberal competir para intendente porque la cabeza de la chapa habían cedido a Mario Ferreiro.
Una convención además marcará un punto de inflexión en la álgida interna entre efrainistas y llanistas, confrontación que ya se viene arrastrando desde hace años.
Sigue el fuego cruzado entre ambos bandos, y ello desemboca en la incertidumbre en que algunos temas se cuelen de contramano en la convención, como sanciones y otras decisiones, como ya sucedió en otras ocasiones.
EXPULSIÓN. Existen 567 convencionales y quien cuente con mayoría inclinará la balanza hacia su sector.
En la convención de 2017, en la que se ratificó la posición partidaria contra la enmienda para la reelección presidencial, tiempo en que Horacio Cartes presionaba con los sectores que lo apoyaban en el Congreso, también se había aprobado el sistema de alianzas pero en esa ocasión fue para las elecciones generales de 2018. En esa asamblea tuvo una aplastante mayoría el sector efrainista, con 319 votos en contra de 235 del sector llanista, aunque se piensa que si hoy se llevara a cabo una convención para definir alianzas, la cuestión se definiría voto a voto, así como cualquier otro tema.
Si bien en alianzas o concertación los dos grupos en constante confrontación están de acuerdo, las negociaciones para que el Directorio se reúna por este tema, no favorece a ningún sector y, en consecuencia, el proceso está empantanado a solo meses de las internas privistas para julio.
El fantasma de la revancha es otro punto que los liberales no logran superar, habida cuenta que el efrainismo apuntaría a volver a solicitar la expulsión de los “traidores” como denominan a los cabecillas llanistas. De hecho, en el período anterior, senadores y diputados de este sector fueron sacados, pero lograron su reposición vía judicial. El llanismo, que logró un meteórico ascenso logrando acuerdos en las cámaras del Congreso, estaría trancando la posibilidad de que corran posibles pedidos de expulsión. En respuesta, tomarían represalias contra la conducción actual para precipitar la salida de Efraín Alegre a quién cuestionan el manejo financiero del partido.
A esto se suma el costo de una convención, que rondaría los G. 600 millones. Según el senador Fernando Silva Facetti, dado el estado financiero del partido, no se contaría con recursos para llevar a cabo tamaño encuentro.