Esto, durante la misa del segundo Domingo de Pascuas, Fiesta de la Divina Misericordia, en la que se celebró también el Día Nacional de la Familia, en la Basílica Santuario de la Virgen de los Milagros de Caacupé, destacando la jornada como una invitación a ‘‘hon-rar, agradecer y fortalecer a cada familia paraguaya, ese primer hogar de amor, fe y esperanza’’.
Desde la Pastoral, se elevó una oración ‘‘por todas las familias de nuestra patria, para que en ella no se apague de consolidar una familia mejor, con dignidad y calidad de vida, sin olvidar que la familia es el lugar adecuado para vivir la fe en Dios’’.
En el mensaje leído a los fieles se reconoció que los desafíos son numerosos, pero la unidad familiar fortalecida por la fe actúa como un faro de esperanza y guía para la comunidad.
‘‘Sabemos que los desafíos son muchos, sociales, culturales, morales, pero también estamos seguros de que cuando una familia se mantiene unida y firme en su fe, se convierte en un faro de luz para toda la comunidad’’.
También se expresó un especial agradecimiento ‘‘a cada hogar por su testimonio silencioso pero elocuente, por su compromiso con la vida desde su concepción hasta su término natural, por su misión evangelizadora en medio de la sociedad y por su entrega generosa al bien común’’.
Por eso, la Coordinación Nacional de Pastoral Familiar y Vida invitó a ‘‘seguir construyendo juntos una pastoral familiar viva, activa y esperanzadora, donde se fomenten la formación, el diálogo y la defensa de la dignidad humana’’.
El mensaje cerró con un deseo para este tiempo jubilar: ‘‘Que el Día Nacional de la Familia Paraguaya nos anime a seguir caminando juntos con fe, fortaleciendo nuestros hogares como verdaderas iglesias domésticas y semillas del reino de Dios en nuestra patria.
Día Nacional de la Familia en Paraguay fue establecido por Decreto Ley 5425/15 en el cuarto domingo de abril.