25 abr. 2024

Petropar convirtió la corrupción e impunidad en una marca registrada

Desde 1981, año en que arrancó como empresa estatal de combustibles, se la conoce más por los escándalos de corrupción e impunidad, vinculados a gobiernos y poderes políticos de turno.

En lo que va del mandato del presidente Mario Abdo Benítez ya van dos sucesivos y sonados casos de actos de corrupción de los administradores designados al frente de Petropar, y ambos, en este 2020 de la pandemia. La primera fue Patricia Samudio, imputada por la sobrefacturación de insumos y ahora un acuerdo extrajudicial secreto firmado por Denis Lichi para el pago de USD 7 millones a la firma argentina de maletín Texos Oil.

De acuerdo con los antecedentes de la empresa, estos dos nuevos hechos solo pasarán a formar parte de la larga lista negra de denuncias y procesos abiertos por corrupción en torno a sobrefacturaciones con fletes, combustibles e insumos, ordeñe de combustibles, inversiones fallidas, arreglos extrajudiciales secretos, a los cuales se suman la contratación innecesaria de seccionaleros, punteros políticos, parientes y sindicalistas, que hoy perciben millonarios sueldos y beneficios.

En la cresta de la ola desde la apertura democrática en 1989, la deuda de USD 300 millones a la petrolera venezolana Pdvsa de los gobiernos de Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo sigue en la cúspide de los clavos que dejó y sigue acumulando la empresa estatal de combustibles.

RECONOCIDO. Federico Zayas, cuando asumió en Petropar en el 2003, bajo el gobierno de Duarte Frutos, ya apuntó que la empresa era vista como “totalmente corrupta” y arrastraba deudas de USD 97 millones con proveedores y arrastraba un capital negativo de USD 11 millones y que había tenido pérdidas por USD 35 millones en ese tiempo.

Entre el 2007 y 2009, la estatal sufrió daños millonarios por el ordeñe de combustibles. También fue la época en que los empresarios argentinos –conocidos como los Pitufo López– eran los dueños de los fletes de combustibles y, supuestamente, con acuerdo local los precios del transporte fluvial eran reajustados al máximo.

Luego de este mandato se sucedieron los de Alejandro Takahashi, Cíbar Granada y Armando Rodríguez, imputados por la entonces fiscala Rocío Vallejo por lesión de confianza y perjuicio de USD 38 millones, en torno a la aplicación de intereses del Acuerdo Energético de Caracas con Pdvsa, entre el 2005 y 2009.

Entre el 2010 y 2012, publicaciones de la época daban cuenta de que bajo la administración de Juan Alberto González Meyer, Petropar arrastraba una pérdida acumulada de 251 millones de dólares. A la que debía sumarse la millonaria deuda con Pdvsa. Fue en ese tiempo también que se produjo la aparición de la firma de maletín argentina Texos Oil.

Bajo la administración de Sergio Escobar se lo acusó de generar perjuicio en la planta alcoholera de Troche de más de 12.000 millones de guaraníes.

Bajo el gobierno de Horacio Cartes, se produjo el cambio de Rómulo Campos, por un intento de sobrefacturación en compra de garrafas (USD 5 millones).

Luego su sucesor, Eddie Jara, también fue acusado de sobrefacturaciones, así como por otorgar créditos sin retorno a operadores. La planta de Troche también fue motivo de varias denuncias de hechos de corrupción.

300.000.000 de dólares es la deuda que arrastra y tiene pendiente Petropar con la petrolera venezolana Pdvsa.

7.000.000 de dólares es el monto que extrajudicialmente iba a pagarle a la empresa argentina de maletín Texos Oil.

Se define destino de Denis Lichi
Si bien se espera su renuncia, hay incertidumbre sobre lo que pasará con el presidente de Petropar, Denis Lichi, quien esta mañana estará en el Palacio de López. Lichi fue parte del acuerdo secreto extrajudicial para el pago de USD 7 millones a la empresa de maletín argentina Texos Oil, que ya motivó la renuncia del procurador Sergio Coscia. Según trascendidos, Lichi pretendería seguir, pese a este grave hecho.

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