Entre los temas de la agenda a ser abordada figuran “los acuerdos pendientes de concreción en la Itaipú”, según el anuncio oficial. En el ámbito energético se considera que el tema principal a definir es la tarifa de la binacional para este año, asunto que enfrenta a Paraguay y a Brasil en cuanto a sus respectivas posturas.
La tarifa vigente de Itaipú es de USD 16,71 por KW/mes y la pretensión de Brasil es reducir ese precio de la energía.
El ingeniero Fabián Cáceres explicó que este encuentro entre Peña y Lula supone “un partido muy importante” de cara a lo que será la negociación puntual del Anexo C de Itaipú, por lo cual el resultado del encuentro genera expectativa. “El primer punto que tienen que definir es la tarifa del año 2024, hay que recordar que prácticamente desde el 2022 no hubo acuerdo dentro de Itaipú en plazo y tiempo que debe ser y arrancaron (cada año) con tarifas provisorias, que finalmente se buscaron puntos intermedios... la tarifa del año 2023 se definió en abril recién, y este es un tema que se tiene que definir porque está ahí implícitamente lo que es el presupuesto de Itaipú y los beneficios que Paraguay recibe, sobre todo la parte de los gastos sociales”, manifestó.
Indicó que otro punto a tener en cuenta es que el acuerdo operativo que estaba vigente venció el año pasado. “Dependiendo de eso, la ANDE va a tener que contratar más o menos potencia de lo que está contratando. Hoy en día, Paraguay lleva 18% de la potencia garantizada de Itaipú, Brasil el 82%, y esa asimetría hace que a Paraguay le interese que la tarifa se mantenga o aumente y que la diferencia de lo que sobra se reparta en partes iguales”, subrayó.
Anexo. Con relación al Anexo C, Cáceres señaló que la revisión del mismo todavía no inició y que “el partido que se va a jugar” hoy es importante porque va a dar una idea de cómo será el relacionamiento entre países en esa negociación puntual. “Hay que analizar el escenario de forma práctica y pragmática, en este momento Paraguay no tiene cómo colocar la energía que le sobra, para colocar eso necesitamos más infraestructura, hay que bajar a niveles que la industria pueda venir a utilizar, hay que hacer contratos de largo plazo, gestiones... no se hizo en su momento y ahora la mejor opción es tratar de sacar el mayor beneficio posible ahora que la deuda desapareció, y si conseguís mantener la tarifa quiere decir que ese dinero que iba a deuda nos repartimos en partes iguales, pero como Brasil paga el 84% de la energía, ellos van a pagar el 84% para llevar la mitad. Lula manifestó hace poco que iba a hacer lo posible para que el costo de la energía para las industrias baje aún más, yo creo que él tiene una posición política asumida. No es una cuestión fácil”, consideró.