Pedro Ferreira y Pedro Halley, dos nombres que quedarán en la memoria de los paraguayos y más aún en la de los gobernantes actuales por las posturas asumidas por estos dos ex funcionarios en aras de la defensa de los intereses de la mayoría en detrimento de unos pocos.
La semana pasada el recientemente desvinculado de la Gerencia de Prestaciones Económicas del Instituto de Previsión Social (IPS), Pedro Halley, pateó el avispero que escondía un plan para beneficiar a unos pocos jubilados con haberes multimillonarios y que golpearía con fuerza las finanzas del fondo de pensiones.
Tal fue la situación que la cúpula del IPS tuvo que salir a dar la cara y al representante del sector privado no le quedó otra opción más que acompañar a los directivos en un vano intento de acallar las advertencias lanzadas por Halley, días antes de ser sacado de la previsional.
Las alertas emitidas por Halley, en torno al riesgo de que la previsional sufra fuertes sangrías en caso de que el fallo de la Corte quede firme, ganó rápidamente la atención de los parlamentarios, quienes se apresuraron a tomar cartas en el asunto.
El resultado fue la aprobación en Diputados de un pedido de informe al IPS con base en las alertas realizadas por el funcionario destituido. En el Senado, en tanto, se conformó una comisión especial para realizar un seguimiento del manejo de los fondos jubilatorios.
A la par que esto sucedía, las diferentes cajas y fondos de jubilación reconocidos legalmente por la legislación vigente decidieron juntarse y hacer causa común para hacer frente a la amenaza que representa el fallo de la Corte que rompe con los actuales esquemas de jubilación bajo el sistema de reparto solidario y aplica conceptos y definiciones propias de la capitalización individual.
Las advertencias realizadas por Pedro Halley ya están instaladas y a las autoridades del IPS no les queda otra opción más que atender la situación y ver la mejor forma de evitar que tales daños se concreten.
El otro Pedro, que incomodó como piedra en el zapato a las autoridades, fue Ferreira. Solo que el caso alertado por este ex funcionario de la ANDE tenía que ver nada más y nada menos que con Itaipú y las negociaciones en torno al manejo presente y futuro de la hidroeléctrica compartida con Brasil.
En esa oportunidad Pedro alertó sobre el hecho de que Paraguay estaba cediendo demasiado a favor del Brasil y se negó a firmar el documento del acuerdo. Esto le costó su puesto como presidente de la ANDE, pero días después incluso tuvieron que renunciar el director de Itaipú de ese momento, Alberto Alderete, y el canciller Luis Castiglioni.
Fue una sacudida sin precedentes y tal fue el caso que Brasil tuvo que ceder en sus pretensiones y firmar un nuevo documento.
La opinión pública calificó aquella actitud como patriota y tal es el caso que los que avalaron el acuerdo quedaron con el mote de vendepatrias.
La postura asumida por Ferreira ayudó a que el país entero tomara conciencia de la importancia de negociar con honestidad los contratos que comprometen los intereses del país. Hoy día por lo menos hay un poco más de información en torno a las gestiones que se están llevando adelante en torno a la revisión del Anexo C de la Itaipú.
Tanto Halley como Ferreira asumieron actitudes admirables al anteponer los intereses de la mayoría, a sabiendas que una postura de este tipo implicaría la pérdida del cargo en forma casi automática.
Pedro, nombre cuyo origen es Petrus, y petrus a su vez significa piedra. Algunos estudios dicen que define a una piedra pequeña.
En lo que resta del año y del periodo presidencial nos queda ver cómo administran estas piedras en el zapato las autoridades de turno. Espero que esa incomodidad que genera el tener una piedra en el zapato les recuerde a cada momento que se deben anteponer los intereses del bien común.