El fenómeno Karol G llegó la semana pasada al país con su Mañana será bonito Tour, pero no solo nos dejó un concierto de primer nivel, sino que trajo también varias sorpresas muy gratas, entre ellas a la talentosa bajista Patricia Ligia, quien por sus venas corre sangre guaraní.
PARAGUAYA DE CORAZÓN
Patricia es hija de Aníbal Gómez y Cristina Ferolla. Su padre es paraguayo, pero tuvo que emigrar a Uruguay, en donde formó familia con una uruguaya. De aquella unión nació Patricia, quien hoy se consagra como una artista prodigiosa y recorre el mundo haciendo lo que más la apasiona: La música.
“Yo nací en Uruguay, pero crecí viniendo bastante a Asunción. Vine muchas veces a visitar a la familia, a visitar a mis abuelos. Bueno, ahora, con el tiempo mi abuela ya se fue para Uruguay, pero siempre estuve como en contacto con Paraguay”, manifestó a Última Hora.
Indicó que hace un tiempo no visitaba nuestro país, al cual también considera su segundo hogar, y esta visita fue de muchos sentimientos encontrados para ella, ya que le recordó a su padre, quien falleció en el año 2009.
“Mi padre falleció en el 2009, entonces para mí todo esto fue superespecial, me tocó en lo más íntimo y personal. Mi tía, la hermana de mi padre, se vino desde Uruguay para este concierto y bueno, mi abuela estaba ocupada y toda mi familia ahí en Paraguay también, así que esta experiencia fue superespecial”, afirmó.
La semana que pasó en Asunción fue de muchas emociones, ya que pudo compartir con sus tías y algunos primos. Eso la hizo sentir “parte de Paraguay”.
“Me gusta de Paraguay su naturaleza, los paisajes de algunos lugares en el interior me encantan. Me encanta la chipa guasu y la chipa. El otro día probé por primera vez el mbeju y me fascinó, es superrico. No sé por qué no lo había probado antes”, se lamentó.
DETRÁS DEL TELÓN
Patricia incursionó desde muy pequeña en el mundo de la música y los deportes.
“Yo empecé a tocar música a los 9 años, tomé clases particulares, estudié piano como 3 años y después me dediqué más al deporte”, comentó a Última Hora.
Recordó que una vez iniciada en el deporte, realizó competencias de nado sincronizado por mucho tiempo, pero al poco tiempo de soltar los teclados del piano, se enamoró de las cuerdas del bajo y ya no las soltó nunca.
“Al poquito tiempo de dejar el piano, unos años después agarré el bajo y bueno, ahí no lo solté más, así que sí, ya van como diez años”, comentó emocionada.
Patricia es una artista consagrada, con un talento de exportación a nivel mundial. Lleva en su mochila varios proyectos grupales y solistas, entre ellos, su grupo Mestizas, la cual fusiona música de España, Cuba y de Uruguay, ya que sus integrantes, todas mujeres, son oriundas de dichos países.
“Me fui a estudiar a Boston, a la Universidad de Berkeley College of Music, ahí estuve cuatro años y ahí monté algunos proyectos, entre ellos mi banda”, recordó.
Patricia también forma parte del grupo Biribá Union, el cual busca sonidos experimentales, con canciones, instrumentos, con una formación de chelo, rap, beatbox y bajo.
MAÑANA SERÁ BONITO
La joven se encuentra actualmente con todo el equipo de Karol G en São Paulo, Brasil, donde el 10 de mayo culminará la gira de la colombiana por Latinoamérica y luego de unas semanas, en junio y julio, comienza la gira por Europa.
“Llegué al proyecto de Karol porque me recomendaron. Yo había trabajado con la baterista y la guitarrista de la banda, habíamos estado haciendo unos conciertos en Nueva York en el verano del 2021 y a fin del 2022, me contactaron de la producción para hacer una audición, porque habían sugerido mi nombre y bueno, así fue como más o menos llegué a eso”, indicó.
Comenzó a trabajar con La Bichota en enero del 2023 y ya no ha parado de “rodar” con ella a donde el viento las lleve, pero sin soltar “a sus bebés” que son sus proyectos personales, balanceando las giras con sus demás compromisos.
“Tocar con una artista como Karol está increíble y es superexigente el nivel de performance que se requiere, el nivel obviamente del despliegue del show, todo lo que implica estar actuando para una cantidad tan grande de gente, es muy especial. Pero también está bueno cuando se balancea con otras cosas que me gustan mucho y me apasionan, como puede ser igual tocar en un teatro o en un auditorio, como conciertos más íntimos”, finalizó.