La operación cerrada ayer en la Bolsa de Nueva York, Estados Unidos (EEUU), representa la décima emisión de los títulos del Tesoro en el plano externo y la cuarta de la actual administración. Las negociaciones se hicieron en apenas un día, justamente en el día del juramento de Joe Biden.
De los USD 825 millones captados, USD 600 millones serán utilizados para financiar obras públicas y el servicio de la deuda contemplado en el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2021. Estos papeles fueron lanzados a 11 años y una tasa del 2,7%, la más baja que históricamente consiguió nuestro país desde que incursa en los mercados internacionales.
Los USD 225 millones restantes corresponden al primer canje anticipado de los bonos que fueron lanzados en 2013 y vencen en 2023, tras la promulgación el año pasado de la Ley de Administración de Pasivos, más conocida como la Ley del Bicicleteo. Estos títulos vencerían en el 2051 y fueron colocados a una tasa del 5,4%, según las negociaciones preliminares que deben confirmarse hoy.
Con este nuevo procedimiento, el Tesoro también busca suavizar los vencimientos que se darán en dos años, por USD 780 millones. No se descartan nuevas operaciones de este tipo a lo largo del año, ya que el plan inicial de Hacienda era que el rescate alcance los USD 500 millones.
EXITOSA. El ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, celebró las condiciones obtenidas en esta nueva emisión.
El jefe del Equipo Económico calificó como exitosa esta operación, debido a la tasa de interés obtenida por el bono 2031 y a la demanda por los títulos del Tesoro.
“La tasa obtenida para este bono a 10 años es histórica y comparable solamente a la que obtienen países con grado de inversión. Y además tuvimos una demanda de más de seis veces de los montos colocados”, expresó.
“Esto confirma que nuestros bonos están vistos como los segundos más cotizados entre la región, y eso se da porque los inversores siguen confiando en nuestra solidez macroeconómica y en nuestros fundamentos económicos”, acotó el ministro.
Deuda llegó a USD 6.185 millones
Con la operación concretada ayer, la deuda tomada vía bonos soberanos trepó a los USD 6.185 millones (ver la infografía).
La primera emisión fue en el 2013, durante el gobierno de Federico Franco, por USD 500 millones. Las siguientes cinco, entre 2014 y 2018, se realizaron en la administración de Horacio Cartes, por USD 2.910 millones. Ya durante la era Marito se realizaron otras cuatro colocaciones, contando la de ayer, por valor de USD 2.775 millones, aunque la mayor operación, por USD 1.000 millones, fue autorizada por la Ley de Emergencia para financiar la crisis sanitaria del Covid-19.
Del total de los compromisos asumidos vía bonos, se han ejecutado ya USD 5.127,08 millones, quedando un remanente de USD 1.049,5. Lo restante equivale a los gastos de emisión.
El acelerado crecimiento de la deuda es motivo de preocupación para analistas, quienes sostienen que a este ritmo la deuda se puede volver insostenible en el corto tiempo. Al cierre del 2020, el pasivo llegó a los USD 11.956 millones, lo que equivale al 33,5% del PIB y sobrepasa ya el margen prudencial del 30%.