En un documento publicado en agosto, el arzobispo Carlo Maria Vigano, ex embajador del Vaticano en Estados Unidos, dijo que el papa Francisco conocía desde hace años la conducta sexual inapropiada de Theodore McCarrick con seminaristas adultos, pero no hizo nada al respecto.
McCarrick se convirtió en julio en el primer cardenal que se recuerda que haya renunciado a su cargo, después de que una investigación consideró creíbles las acusaciones de que abusó sexualmente de un niño de 16 años.
En un comunicado hecho público el sábado, el Vaticano dijo que la investigación de McCarrick podría revelar “que se hicieron elecciones que no serían consecuentes con la aproximación que se hace actualmente a estos casos”.
En su declaración de agosto, Vigano acusó a una larga lista de actuales y pasados funcionarios del Vaticano y de la Iglesia estadounidense por encubrir el caso de McCarrick. También pidió la dimisión del Papa.
McCarrick, de 88 años, asegura no recordar los supuestos abusos cometidos a un menor, pero no comentó los amplios reportes mediáticos que indicaron que obligó a hombres adultos que estudiaban para el sacerdocio a dormir con él en una casa en la playa en Nueva Jersey.
“Ya no es aceptable” que los obispos que cometieron o encubrieron abusos sean tratados de manera diferente a los sacerdotes, agregó el Vaticano.