El sacerdote tiene varias anécdotas, entre ellas la de su infancia en su casa de gran movimiento comercial, donde existía la olla de virtud ya que en esa casa siempre había comida para los pobres y peregrinos.
Era austero en el comer y en el vestir, destacaron al inicio del acto al detallar la biografía del siervo de Dios.
Santiago Caballero comentó que las fotos y estampas del sacerdote fueron enriquecidas con la oración escrita por el Mons. Celso Yegros Estigarribia, “de feliz memoria”, según destacó.
Se presentaron los detalles al obispo Celestino Ocampo Gaona, juez del tribunal de la causa. “Pedimos que su ejemplo siga inspirando vocación y santidad. Pedimos al padre ver pronto en los altares al presbítero Julio César, estamos contentos, emocionados y agradecidos a Dios. Este acto no es un punto final, es un paso muy importante esta clausura”, destacó.
Explicó que con el “cierre del proceso de la fase diocesana de la causa, todo será remitido al Dicasterio y ellos estudiarán y esperamos su respuesta”, expresó Ocampo Gaona.
Las cajas confeccionadas en Carapeguá, que contienen todas las documentaciones recabadas a lo largo de estos cinco años, fueron selladas en el acto de clausura frente a la comunidad.
El proceso de investigación de los antecedentes del Siervo de Dios había iniciado en julio de 2020 y se cumplieron rigurosamente las normas establecidas por la Iglesia Católica para las causas de los santos, pero las primeras conversaciones ya se remontan desde el 2004, rememoró el Pbro. Osmar López Benítez, actual obispo en la Diócesis de Misiones y Ñeembucú, quien acompañó la causa desde sus inicios.
Estuvieron presentes el presbítero Marcial Soto Mendoza, promotor de justicia; el padre Luis Decoud Zarza, quien es el postulador de la causa en la fase diocesana y ha acompañado este proceso con diligencia. El presbítero Nelson Martínez notario y actuario fue el encargado de labrar el acta oficial y emitir el instrumento de clausura dirigido al Dicasterio para la causa de los Santos en Roma.