10:00 - 13/02/07
La Organización Panamericana de la Salud emitió un comunicado advirtiendo que 2007 será “un año complejo” para la región de las Américas, por ende, expertos de la OPS están cooperando con las autoridades sanitarias de Paraguay, país afectado por un brote de dengue que con particular fuerza ha impactado sobre diversas localidades de esa nación y ha puesto en estado de alerta a los países del Cono Sur.
Los entendidos señalan que más allá de una alerta específica en tal o cual país como está siendo el caso, en realidad es toda la región la que debe poner mucha atención e incrementar las medidas preventivas y los recursos existentes para responder a este problema porque diversos indicadores apuntan a que el 2007 va a ser un difícil en materia de dengue.
En tanto, sólo hasta el 5 de febrero de este año, en nuestro país reportó oficialmente la existencia de 2,967 casos de fiebre por dengue, 18 casos de fiebre por dengue hemorrágico y tres fallecidos, representando con ello una tasa de letalidad del 16,6 por ciento. En ese sentido, oficiales de salud señalaron que en varias localidades de las zonas afectadas, el número de casos registrados supera ya el total correspondiente a 2006.
“Nuestra primera prioridad tiene que ver con la atención a las personas afectadas y evitar con ello que se produzcan muertes”, declaró el doctor José Luis San Martín, asesor Regional de la OPS/OMS en materia de dengue.
San Martín informó que al momento de registrarse estos brotes, la OPS activó sus operativos y en coordinación con las autoridades del país envió un grupo de consultores para proveer asistencia técnica en las labores de atención médica, comunicación social y organización de los servicios de salud.
También se han fortalecido las medidas preventivas en zonas y poblaciones próximas a las líneas fronterizas de Paraguay. Responsables de la salud en Argentina, Brasil y Bolivia han reforzado asimismo sus instrumentos de vigilancia y control.
“Paraguay tiene elaborada la Estrategia de Gestión Integrada para la prevención y el control del dengue (EGI-dengue) y capacidad para dar respuesta global y no solo institucional a este incremento en el número de casos, tal y como hizo en el último brote del 2006", dijo el médico.
La presencia de “El niño” propicia la propagación del dengue
El asesor Regional, Luis San Martín, explicó que la epidemiología del dengue ha experimentado en los últimos 25 años fuertes brotes cíclicos luego de periodos de cierta moderación que se repiten de entre tres o cinco años cada uno. Los datos resultantes del ejercicio 2006, en combinación con las noticias sobre los actuales brotes y la presencia del fenómeno del Niño este año, son indicativos, aseguró, de que el 2007 será uno de esos años difíciles y complejos para responder a este desafío.
Igualmente, señaló que en estos momentos existe una gran colaboración entre los países fronterizos con Paraguay, habiéndose activado las comisiones fronterizas y otros mecanismos locales como el envío de información sistemática sobre la evolución de este brote por las redes establecidas en la sub-región y región para garantizar una respuesta inmediata a la aparición de nuevos casos o nuevos brotes.
El doctor sostuvo que para darle un duro golpe a este serio problema de la salud pública es imperativo que la población sea consciente de las medidas de prevención necesarias ya que, aseguró, el dengue es un problema fundamentalmente doméstico, directamente relacionado con el saneamiento ambiental y propiciado por condiciones climáticas adversas (lluvias), precarios sistemas de saneamiento e inadecuado manejo de los desechos sólidos (basura).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 2.500 millones de personas están en riesgo de infectarse del dengue en todo mundo. Aunque las situaciones más acuciantes se observan en Asia y en algunos países del Pacífico, el dengue en las Américas está progresivamente adquiriendo un estatus de prioridad.
En estos momentos no existe un medicamento específico para el tratamiento del dengue, una enfermedad que se manifiesta entre otros síntomas por altas fiebres, dolores musculares y articulares, fuertes dolores de cabeza y retroorbital, vómitos y en algunos casos erupción cutánea.
Las medidas preventivas se centran en poner en conocimiento de la población el modo de transmisión de la enfermedad para que las personas tomen un papel activo con su protección individual con repelentes y especialmente, con la eliminación o control de los principales criaderos del vector (recipientes de reserva de agua mal protegidos, neumáticos en desuso y a la intemperie, plásticos, maceteros o latas que retengan agua), asegura el un comunicado de la Organización Panamericana de la Salud.
Washington, D.C., 12 de febrero de 2007 (OPS)