La carrera comenzó y el objetivo es lograr concertar a todos los sectores con varios referentes de diferentes colores. Desde el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el presidente Efraín Alegre prácticamente confirmó sus pretensiones de volver a integrar una chapa. En una polémica publicación en Twitter causó un poco de burla y otro poco de rechazo su expresión comparándose con el electo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien intentó dos veces llegar a la presidencia, sin éxito, hasta ahora, que es su tercera vez.
“Cualquier semejanza con nuestra realidad es pura coincidencia. Allí vamos, Horacio Cartes”, lanzó.
Pero la estrategia no es precisamente definir nombres, por ahora. La oposición apunta a centrarse en un proyecto estructural de reformas y propuestas de soluciones a problemas sociales y económicos, y se sirven de las enormes carencias en servicios básicos que atraviesa el país actualmente, y tienen como causa la mala gestión de los gobiernos colorados.
En esa cancha entra la diputada del Partido Encuentro Nacional (PEN) Kattya González, que en los últimos días repuntó en popularidad por su ferviente oposición al oficialismo y sus denuncias contra la corrupción. Incluso recibió una proposición para postularse a la presidencia desde el PLRA.
Este discurso de cambio bajó línea y ya varios azules se enmarcan en el cometido. El diputado liberal Édgar Acosta manifestó que desde el empoderamiento ciudadano se podrá, con el voto, echar a los corruptos.
“El poder del voto es fundamental para botar al que no representa los intereses del pueblo. Con este poder de votar, vamos a botar la corrupción de nuestro país a partir del 2023. Paraguay lo necesita, es justo y necesario. Falta poco”, expresó el legislador.
Por otro lado, también la diputada liberal Celeste Amarilla expresó su deseo de convertirse en una alta autoridad. “Permiso para soñar que puedo ser ella... o más”, dijo con referencia a Kamala Harris, la primera vicepresidenta mujer en los Estados Unidos.
La imagen de Amarilla también cobró mayor fuerza luego de ser suspendida en sus funciones por haber denunciado que la mayor parte de los legisladores ingresaron con dinero sucio al Congreso. Su castigo fue considerado como censura.
Finalmente, otro nombre que sonó, aunque con menos fuerza, fue el de la diputada del Partido Patria Querida (PPQ) Rocío Vallejo.
