“El objetivo del comité antiterrorista es mejorar la capacidad de los países para luchar contra el terrorismo, y nuestra experiencia nos demuestra que para lograra ese fin de manera eficaz hay que respetar los derechos humanos”, aseguró Smith en una conferencia de prensa, tras asistir a una reunión del Consejo de Seguridad sobre la lucha contra el terrorismo.
El máximo órgano analizó en el encuentro la labor de sus comités encargados de supervisar la implementación de la estrategia antiterrorista.
El responsable del CTC aseguró que hay “muy buenas razones” para abogar por la defensa de los derechos humanos en las actuaciones policiales y judiciales contra los grupos terroristas.
“En primer lugar, si se ignoran los derechos humanos en las acciones policiales, se cede en superioridad moral, y se pueden reforzar los argumentos de los grupos terroristas”, apuntó.
Al mismo tiempo, las violaciones de los derechos humanos “contribuyen a las causas que hacen a algunas comunidades más susceptibles al mensaje de los que reclutan” potenciales terroristas.
Smith señaló que el CTC ha centrado recientemente su labor en el sur de Asia, una zona particularmente castigada por el terrorismo, y en la que se ofreció un taller a las autoridades policiales de los gobiernos de la región.
“Algo de lo que hemos tomado nota en nuestros viajes por el mundo es de la importancia de la cooperación a nivel regional, ya que los terroristas suelen operar a través de las fronteras”, explicó.
Por ello, tras darse cuenta de que la colaboración en el sur de Asia era muy “limitada”, decidieron organizar un encuentro a nivel de especialistas para fomentar los contactos personales y el intercambio de experiencias entre países con relaciones complicadas, como es el caso de Pakistán e India.
Este tipo de actividades son necesarias para adaptar la estrategia de Naciones Unidas a los cambios que han experimentado Al Qaeda y los talibanes desde que hace diez años la resolución 1.267 impuso sanciones a sus miembros y asociados, aseguraron los responsables de la lucha antiterrorista en el organismo.
El embajador de Austria ante la ONU, Thomas Mayr-Harting, que preside el comité encargado de implementar las sanciones, recordó que el paso del tiempo no ha reducido la amenaza que suponen ambos grupos a la paz y la seguridad internacional.
Es por ello que “hay que asegurarse de que el régimen de sanciones sigue siendo un instrumento relevante y eficaz en el combate del terrorismo”, dijo.
Mayr-Harting señaló que su comité ha emprendido una meticulosa revisión de todos los 504 individuos o entidades que aparecen en la lista de sancionados por su vinculación con los dos grupos, con el fin de actualizar el documento y asegurarse de que “refleja con precisión la amenaza (terrorista) que ahora” se afronta.
En los últimos seis meses se han agregado los nombres de cinco personas más, aunque al mismo tiempo se han eliminado los de otros cinco individuos y de cuatro entidades, indicó.
También indicó la voluntad del comité de aumentar la transparencia y la imparcialidad de los procedimientos que emplea para incluir o eliminar nombres de la lista de sancionados.
Los presidentes de los otros dos comités del Consejo de Seguridad relacionados con el terrorismo también se hicieron eco en sus intervenciones del llamamiento a incrementar la colaboración regional y el intercambio de información. EFE