Camilo Guanes, director creativo y fundador de la agencia Oniria, celebró un año consagratorio para la publicidad paraguaya tras obtener tres Gallos de Oro, incluido el Gran Gallo, el máximo reconocimiento de los premios más emblemáticos del rubro en el país.
En una entrevista profunda con radio Monumental, reflexionó sobre el poder de la creatividad, el impacto emocional de la publicidad y los desafíos de comunicar en una era saturada de contenidos.
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Para Guanes, la esencia de la publicidad sigue siendo la misma: generar identificación.
“Hoy los productos son cada vez más similares en tecnología y calidad. La diferencia real se construye desde la comunicación, desde los valores, el tono y la emoción que una marca logra transmitir”, explicó.
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En ese sentido, sostuvo que la publicidad ya no compite únicamente con otras marcas, sino con toda la cultura: noticias, redes sociales, series, películas y contenidos creados por los propios usuarios. “Para destacar, una campaña debe lograr impacto real, no pasar desapercibida”, afirmó.
La caja creativa de las marcas
Durante la entrevista, Guanes abordó uno de los grandes dilemas del sector: ¿es más fácil trabajar con marcas consolidadas o con marcas nuevas?
Según explicó, las grandes marcas cuentan con una “caja” definida: normas, tono y valores construidos a lo largo del tiempo. “Eso da identidad, pero también limita. La creatividad tiene que moverse dentro de esos márgenes”, señaló.
En cambio, las marcas nuevas permiten mayor libertad para experimentar, equivocarse y definir su identidad desde cero. Sin embargo, ambas presentan desafíos distintos, especialmente en tiempos donde el rebranding se vuelve una herramienta clave para conectar con nuevas audiencias.
Uno de los puntos más destacados de la conversación fue la importancia del contexto.
“No se puede lanzar una campaña sobre felicidad cuando el mundo está atravesando un momento difícil”, sostuvo Guanes, remarcando que el timing es tan crucial como la idea creativa.
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La campaña ganadora del Gran Gallo se basó en la observación de comportamientos cotidianos y en encontrar un insight claro: ese momento en que el público se reconoce y dice “eso me pasa a mí”. “Ahí es cuando la publicidad conecta, genera impacto y finalmente cumple su objetivo”, explicó.
Ante quienes subestiman la inversión en creatividad, Guanes fue contundente: “Una mala idea es la peor inversión posible. Podés gastar en pauta, en medios, pero si el mensaje pasa desapercibido, todo ese dinero se pierde”.
Para el director creativo de Oniria, la recordación de marca, la preferencia y la consideración son etapas fundamentales antes de la compra, y la publicidad cumple un rol clave en las dos primeras. “Estar presente en la cabeza de la gente es decisivo cuando llega el momento de elegir”, afirmó.
El Gallo de Oro como motor de superación
Con más de 49 años de historia, el Gallo de Oro se consolida como el mayor termómetro de la creatividad publicitaria nacional. En su edición 2025, el certamen amplió su mirada al incluir no solo piezas gráficas publicadas en prensa escrita, sino también campañas difundidas en redes sociales, adaptándose a las nuevas dinámicas de la comunicación contemporánea.
Finalmente, Guanes destacó el valor simbólico y profesional del Gallo de Oro.
“Es un espacio de encuentro para toda la comunidad creativa y una exigencia constante para superarnos año a año”, expresó.
Con un equipo mayoritariamente Sub 25, el reconocimiento representa una enorme motivación para seguir observando, escuchando y creando desde la sensibilidad social. “Para nosotros, el mejor premio siempre es el que viene después”, sentenció.