22 sept. 2023

Obispo insta a acudir al amparo de María Auxiliadora para vencer al mal

Ayer se vivió la mayor fiesta mariana del Alto Paraná, en la ciudad de Minga Guazú. Miles de fieles participaron del novenario, la serenata y de la celebración central en el templo del kilómetro 20.

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Multitudinario. La fiesta de María Auxiliadora congregó a miles de fieles en Minga Guazú.

  • Wilson Ferreira
  • MINGA GUAZÚ

Con una multitudinaria participación de feligreses venidos de diferentes puntos del departamento, la comunidad de Minga Guazú celebró ayer la fiesta en honor a María Auxiliadora, santa patrona del distrito y del Agro del Alto Paraná. El martes a la tarde-noche se desarrolló la tradicional procesión de la imagen de la santa patrona desde el templo de Don Bosco, hasta el templo del kilómetro 20.

Durante la celebración central, el monseñor Guillermo Steckling instó a mantener la fe y a seguir la lucha contra el mal. Pidió a los feligreses no olvidar de la oración y la acción.

“Los cristianos son por naturaleza optimistas, no pierden nunca la esperanza, no caen así nomás en la depresión, conocemos la cruz, la veneramos incluso. Continuamos la lucha contra el mal. Como lo dijo la lectura del libro del Apocalipsis: ‘El mal está vencido, pero todavía no en todas partes’. Y esta fe, este optimismo, se expresa en la fiesta de María Auxiliadora”.

Pidió que ante la adversidad acudir al auxilio de María, que siempre dará consuelo, y a mantener la fe. “Podemos sufrir, pero vas a gritar auxilio a María y ella acude a nuestro socorro. Es como dice el salmo 120: ‘Levanto los ojos a los montes de donde me vendrá el auxilio, el auxilio me viene del señor, que hizo el cielo y la tierra’. Ahora surge esta pregunta y somos cuestionados también, si nuestro optimismo es algo realista”.

Mencionó que en la mentalidad moderna ve todo el mundo como un engranaje y trata al ser humano como una supercomputadora y que Dios no interviene en este engranaje. “Algunos de los precursores de estos pensamientos incluso decían: ‘La religión es la droga del pueblo, el opio del pueblo’”.

ESPERANZA. Acotó que rezamos por la salud, pero no todas las enfermedades se curan por un milagro. Se puede decir no a la injusticia, no al odio y sin embargo brota como vemos en las guerras, la pobreza, que a veces es extrema. “Sufrimos persecución como cristianos, como ahora en Nicaragua, que nos queda tan lejos. El obispo ha sido condenado a largos años de cárcel. Miremos las palabras de Dios, miremos a nuestra madre para saber en qué consiste el auxilio, que indica su nombre, y cómo uno alcanza este auxilio, este socorro”.

Steckling refirió, en su homilía, que las lecturas del día sugieren dos maneras de cómo alcanzar el auxilio de la Virgen y de Dios. De las dos maneras destaca la importancia de la simple presencia de la Virgen. “Cuando ella está, hay esperanza. En el cenáculo antes de Pentecostés parece que no dijo ni una sola palabra. Las palabras de las bodas de Caná son muy breves, pero basta. Es como un niño pequeño que se ha hecho mal, la mamá no puede curarlo enseguida, pero lo puede consolar y cambia todo, porque está presente, en cambio cuando la mamá no está el pobre niño llora desesperadamente”.

ORACIÓN Y ACCIÓN. El obispo recordó que el primer medio que la Virgen encomienda para alcanzar este auxilio divino es la oración.

“Jesús había resucitado, había superado la cruz, el odio, la muerte, el pecado. Ya les había dicho a sus apóstoles y seguramente este año a los laicos que tienen que evangelizar absolutamente a todos, toda criatura, hasta el confín del mundo”

La segunda pista que da es la acción. “Cuando se celebraron estas bodas de Caná, María pasa a la acción. Primero le llama la atención a Jesús, le dice hay un problema allí, no tienen vino, no tienen alegría, y después la segunda acción, habla a los servidores diciéndoles que hagan todo lo que él les diga”.