La organización de vigilancia contra la corrupción global Transparencia Internacional considera a Paraguay como un monolito a la corrupción.
La batalla contra la corrupción se plasmó en la organización denominada Comisión Escrache Ciudadano, liderada por la abogada penal María Esther Roa, junto con otros indignados de diferentes puntos del país.
La remoción de José María Ibáñez de la Cámara de Diputados a raíz del sonado caso de los caseros de oro; y, posteriormente, la salida de Óscar González Daher de la Cámara de Senadores (por tráfico de influencias en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados) fueron los logros que marcaron un nuevo hito en la historia de la lucha ciudadana.
El material escrito por Ernesto Londoño y Santi Carneri en NY Times y que fue replicado por varios portales, entre ellos, Infobae de Argentina, señala que Esther Roa, junto con los demás miembros de la organización, compuesta en su mayoría por mujeres, decidieron que ya era suficiente cuando Ibáñez admitió que usó el dinero público para pagar a sus caseros, pero sobrevivió a una votación en torno a su destitución.
HOJA DE RUTA. La Comisión Escrache Ciudadano se fue fortaleciendo y realizando medidas de protesta contra diferentes autoridades que están en el ojo de la tormenta por supuestos casos de corrupción.
Ocurrió con el caso del presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, quien es investigado por supuesto enriquecimiento ilícito; el caso de la niñera de oro, que involucra al senador Víctor Bogado; también reforzó una medida contra el senador colorado Enrique Bacchetta, quien en su carácter de presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, escribió un mensaje en el Twitter en favor de Ulises Quintana, quien sigue guardando reclusión en Viñas Cué.
El portal Infobae destaca que en una sociedad que parece estar atrapada en un ciclo inquebrantable de corrupción, Roa y sus colegas ven las protestas y la humillación pública como armas de último recurso.
“Al menos ahora tenemos esperanza”, dijo la activista. “Antes no teníamos nada”. Los ciudadanos indignados se congregan cada fin de semana en la Costanera de Asunción para concienciar a la población sobre la importancia de levantar la voz contra los casos de corrupción de políticos.