El Ejecutivo pidió al Congreso su aprobación para llevar adelante el proyecto de la hidrovía. Es el mejor momento para que el Congreso le diga que no, porque el proyecto va a causar un grave daño ecológico al río Paraguay y va a agravar el daño ya causado al Chaco con la deforestación descontrolada.
Para realizar la obra, se deberá rectificar el curso del río Paraguay suprimiendo las curvas o meandros; se deberá ensancharlo, destruyendo la vegetación de la costa; se deberán eliminar islas e islotes dinamitándolos y se deberá dragar el río, utilizando explosivos para sacar las piedras del lecho. Como consecuencia, aumentará la velocidad del agua, y eso disminuirá el agua del Pantanal del Norte, que actúa como una especie de esponja, acumulando agua en momentos de creciente para echarla después, gradualmente, al río. Con la destrucción del curso natural del río se provocará una gran mortandad de peces y de animales, que afectará negativamente a las poblaciones de la costa. Una causa adicional de daños será el aumento de la navegación, que aumentará la cantidad de sustancias tóxicas echadas al río: mercurio usado en la minería, agrotóxicos de la producción de soja, etc.
¿Quiénes ganarán con la hidrovía? Los sojeros: 70% de la carga transportada por ella será soja. Ganarán por partida doble: por la facilidad del transporte y por el aumento de la producción permitida por la facilidad del transporte. De más está decir que más soja significa más deforestación en el Chaco paraguayo, que tiene uno de los puntajes mundiales más altos en el ránking de la depredación. Pero no será solamente en el Chaco, sino también en la Chiquitania boliviana y en el cerrado brasileño. Fiesta para el agronegocio, duelo para el resto.
Sobre la destrucción del Chaco, no han basado todas las quejas de las organizaciones ecologistas, como Guyra Paraguay, cuyo director fue amenazado de muerte, según refiere un artículo de la revista Rolling Stone, titulado The Tragic Deforestation of the Paraguayan Chaco (La trágica deforestación del Chaco paraguayo). El artículo nos dice lo que tendría que habernos dicho la Seam, confirmado lo dicho por Guyra Paraguay et alia: que para 2035 se terminará el monte en el Chaco. Me permito agregar que, dadas las características del suelo, la deforestación puede acarrear la desertificación: ya se lo ve en ciertas fotos satelitales.
Según el Gobierno, la hidrovía no tendrá consecuencias ecológicas negativas, todo lo contrario. Si creemos en las declaraciones oficiales, serán totalmente ecológicas las operaciones para extraer piedra y buscar petróleo en el área protegida Defensores del Chaco, donde se quiere emprender una “explotación sostenible”. Sí, tan sostenible como los bonos y el rekutu.