25 dic. 2025

Niños hacen nacer el espíritu de Navidad en pesebres vivientes

Días antes de la llegada de la Nochebuena, el espíritu de la fiesta del 24 no solo acelera los vehículos y la ansiedad de compradores y demás.

También hay momentos en que la calma y el sosiego dejan postales que recuerdan que en medio del ajetreo y el ruido de los petardos, puede haber paz y belleza.

Y los niños son una parte importante en la recordación de la llegada del Niño Dios. Ellos aguardan esta fecha, impregnados de la alegría del final del tormento de las horas eternas en el aula, de días de descanso y de compartir con sus seres queridos en la casa y amigos donde sea.

Con la dicha de los días libres, ellos son protagonistas de los distintos pesebres que son escenificados en varias partes del país.

Uno de estos lugares fue la comunidad Inmaculada Concepción de María, Calle Po’i ubicada en Itauguá.

Niños y niñas de todas las edades de esta comunidad dejaron de lado sus entretenimientos de estos días y viajaron en el tiempo con sus vestimentas para recrear la llegada de Jesús a la Tierra.

También los pequeños feligreses integrantes de los coros de la parroquia del Perpetuo Socorro en Luque y de la capilla San Francisco, entregaron cantos y arte en sus respectivas comunidades honrando de esa manera al Salvador del Mundo por nacer.

Familias enteras fueron partícipes también de las representaciones hechas por los niños de la capilla San Antonio de Padua y la parroquia San Rafael, en Itá.

En esta última comunidad religiosa fue escenificado un pesebre viviente musical, donde los villancicos fueron el fondo melódico en la recordación de esta fecha.

La representación no solo fue una expresión artística, sino también un verdadero acto de evangelización.

De esa manera ha sido reafirmada la importancia de mantener vivas la fe y las tradiciones cristianas.

También en Santa Librada-Luque, los hermanos Melissa y Mathias Aquino, coordinadores del Departamento de Espiritualidad, junto a los niños, hijos de MfCistas del Grupo Derribando Muros, recordaron uno de los momentos más importantes de la historia de la humanidad, ocurrido hace 2025 años.

La puesta en escena no solo permitió el lucimiento de los pequeños actores, también cumplieron una misión importante: Recordar la verdadera esencia de la Navidad, donde debe existir la paz, la unión y el amor.

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