La petición ha sido para el cierre tanto de la nunciatura, representación vaticana en el país del presidente Daniel Ortega, y la Embajada nicaragüense ante la Santa Sede, especificaron.
Aunque se trataría de un primer paso para la ruptura total de las relaciones diplomáticas, lo que aún no ha sucedido.
La decisión tomada por Ortega habría llegado después de publicarse una entrevista en el portal argentino Infobae en la que el Papa calificó de “dictadura grosera” el régimen de Ortega en Nicaragua, un mes después de la condena de Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada este viernes.
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“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas... Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas”, afirmó Francisco en dicha entrevista.
Nicaragua no tiene embajador ante la Santa Sede desde el 21 de setiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor y solo cuenta con una ministra consejera.
Asimismo, en marzo del año pasado, el Gobierno nicaragüense también expulsó al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
Monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, está al frente de la misión diplomática vaticana en Managua.
El pasado 21 de febrero el mandatario nicaragüense calificó de “mafia” a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.