Esta determinación está sujeta a la renegociación del Anexo C, que prácticamente ya queda en manos del gobierno entrante tras las elecciones del 30 de abril.
“Itaipú termina de pagar la deuda. Eso abre el juego para las negociaciones que van a empezar el 13 de agosto con respecto a la tarifa. Al desaparecer la deuda, obviamente la tarifa debe bajar, según el Anexo C, pero hay que negociar de modo que la reducción sea gradual”, reflexionó el director paraguayo de la EBY, tras la reunión en Palacio de Gobierno.
Nicanor explicó que esta reducción no se puede concretar de manera inmediata debido a que Paraguay podrá utilizar el 100 por ciento recién dentro de diez años.
Refirió que la supresión de la doble tasa de interés, conocida también como indexación, significó cerca de USD 13.000 millones menos. “Eso habíamos conseguido en el 2007, la gestión que empezó en el 2004 y llegamos a un acuerdo. Fue un gran trabajo con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva”, sostuvo.
Afirmó que si la doble tasa de interés no se hubiera eliminado en el 2007, Itaipú no podría estar pagando totalmente la deuda.
Sostuvo que los negociadores que deberán entrar a negociar en agosto próximo, deberían buscar el camino de reducción de la tarifa para seguir generando ingresos en los gastos de mantenimiento, operativos y para las inversiones necesarios para el desarrollo humano.
acuerdo político. Duarte Frutos sostuvo que el Anexo C es claro en el sentido de que Itaipú no puede tener ganancias.
Recalcó que todo dependerá de los negociadores que deben encontrar el equilibrio para no perjudicar a Paraguay.
Acotó que es poco tiempo que queda a esta administración para resolver el tema complejo. “Los candidatos presidenciales están hablando del tema y hay que defender los intereses nacionales y la soberanía energética. Paraguay está en mejores condiciones para negociar”, destacó.