Como es tradición, menester y obligación en toda fiesta de San Juan, el pueblo debe elegir a la figura indeseable del momento para otorgarle el deshonroso título de Judas Kái, y el consenso ciudadano de este año se ha inclinado decididamente por el intervenido intendente de Asunción, Óscar Nenecho Rodríguez, según el sondeo de Telefuturo.
En el programa Vale todo, una encuesta callejera recogió los criterios ciudadanos respecto a sus candidatos a Judas Kái 2025, y el titular del Ejecutivo comunal capitalino fue elegido sin titubear por una gran cantidad de personas, quienes expresaron su hartazgo por la situación de la ciudad y por los escándalos de supuestos hechos de corrupción.
Durante el sondeo, también surgió como candidato el presidente de la República, Santiago Peña, así como otros mandatarios, como Donald Trump (EEUU) y Vladimir Putin (Rusia).
Algunos de los ciudadanos consultados optaron por tomar la bolsa más grande y meter a absolutamente todos los políticos del país como candidatos al cadalso popular paraguayo del solsticio de invierno.
En el Paseo de los Yuyos del Mercado Municipal N° 4, el jefe comunal capitalino también acaparó los tradicionales muñecos en oferta, destinados a la representación de la figura impopular del momento y al ritual de su ejecución pública a través del fuego con explosivos, a la medianoche del 24, como el Judas Iscariote del pueblo.
Las redes sociales también fueron escenario de la tradicional expresión popular de nombrar al indeseable del año, y allí volvió a cobrar notoriedad el intervenido intendente capitalino, así como otras figuras de la política paraguaya como el presidente del Congreso, Basilio Bachi Núñez; el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón Fernández; el diputado colorado Yamil Esgaib y los senadores colorados (ex-Cruzada Nacional) Norma Aquino, alias Yami Nal, y Javier Vera, alias Chaqueñito, entre otros.
En el 2023, la Municipalidad de Asunción llegó a intervenir el Paseo de los Yuyos, ordenando que los muñecos de Judas Kái no lleven nombre ni rostros de políticos.
Sin embargo, la expresión popular no se detuvo y este año vuelve a reivindicar su derecho a la teatral ejecución pública de las figuras execrables del país y el mundo, como herencia de una forma tradicional de desahogo y justicia retórica.