TEHERÁN, IRÁN
En un nuevo desafío a las autoridades, el líder opositor iraní Mir Hossein Musavi instó ayer a sus simpatizantes a “no abandonar los derechos del pueblo” y se unió a un ex presidente reformista para denunciar lo que llamaron un “golpe” del régimen contra los que no aceptan el resultado de la elección presidencial del mes pasado.
Musavi dijo que considera “ilegítimo” al gobierno clerical de Irán y le exigió que libere a todos los prisioneros políticos e implemente reformas electorales y la libertad de expresión, mientras que el ex presidente Mohamed Jatami criticó la “venenosa situación de seguridad” que persiste tras las violentas protestas callejeras por la elección. Los líderes reformistas publicaron duros comunicados en sus respectivos sitios de internet. Jatami acusó al régimen de un “golpe de terciopelo contra el pueblo y la democracia” y Musavi dijo que la represión contra los manifestantes fue “equivalente a un golpe”.
“Dado lo que se ha hecho y declarado de manera unilateral, debemos decir que ha habido una revolución de terciopelo contra la gente y las raíces democráticas del sistema”, dijo Jatami en referencia a la proclamación del presidente Mahmud Ahmadineyad como ganador de las elecciones del 12 de junio.
“Las protestas del pueblo fueron reprimidas, los que debían proteger al pueblo humillaron al pueblo... y el Gobierno aún habla de reconciliación nacional y paz”, dijo Jatami. El poderoso Consejo Guardián, máxima autoridad electoral, declaró la elección válida esta semana y así permitió que el mes que viene Ahmadineyad asuma su segundo periodo de 4 años.