En Nueva York, al cabo de una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, los cinco países europeos miembros –Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y Polonia–, exigieron el cese de esta acción militar unilateral. Por su parte, el secretario general, Antonio Guterres, expresó su profunda preocupación.
El miércoles, Turquía lanzó su asalto terrestre y sus fuerzas atravesaron la frontera, concentrando sus operaciones en los sectores limítrofes de Ras al Aín y de Tal Abyad, controlados por las fuerzas kurdas. Las fuerzas turcas conquistaron 11 pueblos cerca de esas 2 ciudades, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que informó sobre bombardeos aéreos turcos. Desde el miércoles, al menos 29 combatientes kurdos y 10 civiles murieron por los bombardeos y disparos de artillería turcos, según el OSDH.
Por su parte, las autoridades turcas dieron cuenta de al menos seis civiles muertos, incluidos un bebé y una niña, y de varios heridos por proyectiles kurdos lanzados desde ciudades fronterizas turcas, como Akçakale. En esa ciudad turca, muy próxima a Tal Abyad, las calles están desiertas y solo un puñado de habitantes se atreve a observar una nube de humo negro que emerge desde la frontera.
60.000 DESPLAZADOS. De lado sirio, más de 60.000 personas fueron desplazadas por la violencia, huyendo de sectores en la frontera, según el OSDH. Mujeres y niños, cargados con sus pertenencias, llegaron en camionetas a la ciudad de Tall Tamr, más al Sur y a salvo de los combates.
El presidente Donald Trump, sugirió ayer que podría mediar en el conflicto entre Turquía y los kurdos, en un momento en que Washington retiró tropas de la región. “Tenemos una de las 3 opciones siguientes: Enviar tropas y ganar militarmente, golpear muy duro a Turquía con sanciones o mediar en un acuerdo entre Turquía y los kurdos”, dijo Trump.
El viceministro sirio de Exteriores, Faisal Maqdad, aseguró solo iniciará un diálogo con aquellos que no buscan la separación del país, en referencia a los kurdos que aspiran a una autonomía, cerrando así las puertas a negociaciones en el marco de la ofensiva. “El Estado sirio está preparado para abrazar a todos los ciudadanos y el diálogo está abierto con todas las fuerzas que creen que Siria es la patria final, pero no puede dialogar con aquellos que hablan con la lógica de la separación”, dijo Maqdad.