Tras días de incertidumbre, el Gobierno de México concretó ayer sus acciones para frenar el flujo migratorio y contentar a EEUU confirmando el despliegue de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera Sur para el 18 de junio y la contratación de 825 nuevos agentes migratorios.
De este modo se busca avanzar con un plan migratorio que ayer recibió el respaldo de los gobiernos estatales del Sur del país. Para oficializar su apoyo, los gobernadores de Campeche, Chiapas, Tabasco, Oaxaca y Veracruz estuvieron presentes en Palacio Nacional escoltando al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y al canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Ante la amenaza arancelaria de EEUU -detenida tras alcanzar la semana pasada un acuerdo en Washington- el Gobierno cuenta con 45 días para frenar el flujo migratorio y disipar las sombras de una posible guerra comercial.
En la frontera Sur, la Guardia Nacional adelantará el arranque de funciones, 12 días antes del 30 de junio, cuando está previsto el inicio oficial de operaciones en todo el país. Así, será el 18 de junio cuando empiece a patrullar la frontera Sur, anunció Ebrard. Se desplegarán 6.000 efectivos de este nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el presidente López Obrador y conformado por policías federales, militares y marinos.
Y lo harán en 13 puntos específicos ubicados en la frontera Sur. La medida suscita críticas entre algunas voces que interpretan el despliegue de la Guardia como innecesario al tiempo que recordaron los peligros de la militarización en un país como México, con antecedentes en violaciones de derechos humanos perpetradas por elementos castrenses.
renuncia director. El comisionado del Instituto Nacional de Migración mexicano, Tonatiuh Guillén, presentó ayer su renuncia al cargo, en medio de la creciente presión de EEUU para que México detenga la oleada de indocumentados que ingresan por la frontera común. En un breve comunicado, el INM informó que Guillén, era la máxima autoridad de la dependencia, le presentó su renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador, sin detallar los motivos de la misma. Guillén asumió el cargo tras la llegada de López Obrador a la presidencia, en diciembre, y tuvo que gestionar en los últimos meses el fenómeno de multitudinarias caravanas de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que buscan llegar a EEUU.
Por su parte, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, negó ante el legislativo que se hayan llegado a acuerdos secretos con el gobierno de EEUU tal como lo llegó a insinuar Donald Trump