José Ramón Bogado será juzgado en juicio por presunto tráfico de influencias. El hombre era funcionario del entonces ministro del Interior
En cuanto a los otros dos procesados, el juez José Delmás dio trámite de oposición con respecto a María Lorena de Barros Barreto, porque la Fiscalía pidió la suspensión condicional del procedimiento. Con respecto a Diego Di Stefano, él tendrá nueva fecha de audiencia preliminar, ya que por un cambio de abogado quedó suspendida.
Según la acusación, los ex secretarios se habrían puesto de acuerdo para solicitar el monto a los abogados de Darío Messer, a fin de obtener respuestas favorables en el Poder Judicial y en el Ministerio del Interior, para garantías del prófugo, respecto de la tramitación de cualquier planteamiento que realicen los profesionales.
DENUNCIARON. La denuncia en contra de ellos habían hecho los abogados del cambista, Leticia Bóbeda y Rodrigo Galeano.
Según las investigaciones, pidieron el dinero en varias reuniones, entre finales de abril y comienzos de mayo del 2019. De los USD dos millones, la mitad supuestamente iba a ser para el entonces ministro del Interior y la otra mitad para miembros de la Corte Suprema.
En uno de los encuentros, inclusive, María Lorena de Barros conversó por teléfono con Messer, quien entonces estaba prófugo y con una investigación pendiente en el país.
Fue Diego Di Stefano quien se habría presentado como un supuesto nexo de Villamayor, con la influencia suficiente para obtener favores judiciales en la Corte.
Lo grave además fue que supuestamente les prometieron a los abogados que el ex jefe de Gabinete se iba a hacer presente, pero que antes debían pagar la coima.
NEGÓ VÍNCULOS. Por su parte, Villamayor negó que supuestamente dos de ellos hayan trabajado con él. “No hay ningún vínculo con ellos, la única persona que fue mi secretario privado y renunció a consecuencia de ello (del caso) es José Bogado”, dijo en una oportunidad.
CASO MESSER. El cambista, quien cumple condena en el Brasil, justamente por lavado de dinero, también tiene una causa en nuestro país y se encuentra con rebeldía.
Messer es considerado como cerebro de un esquema de lavado de dinero y evasión de divisas que se inició en la década de 1980 en Brasil y que operó en Paraguay.
Fue imputado por la Justicia paraguaya, por lavado de dinero y asociación criminal.