La directora de Migraciones, Ángeles Arriola, aseguró que el presidente Mario Abdo Benítez “habló de una habilitación sin controles en el puente, de ida y vuelta de taxistas, de mototaxis y toda la gente que pase por tierra”. No descartó que la apertura sea el 29, ya que el cierre de frontera de Brasil vencía el sábado 26.
La ciudadanía esteña salió a celebrar en alegre aglomeración. No era para menos. Los comercios fronterizos dependen dramáticamente de los compradores brasileños y llevan seis meses de paralización por la pandemia. El retorno de los sacoleiros permitirá la sobrevivencia económica, aun a riesgo de un contagio masivo del Covid-19.
El viernes, una noticia aguó la fiesta fronteriza. Se informó que un decreto del presidente Jair Bolsonaro prórroga el cierre de fronteras desde Brasil por 30 días, hasta el 24 de octubre. El intendente Prieto dijo que no lo esperaban. La directora Arriola afirmó igualmente sorprendida: “Vamos a tener que replantear todo”. El canciller Antonio Rivas admitió que no existe fecha de apertura, pero destacó que este decreto abre una ventana que no tenía el anterior: Un artículo que permite el tráfico de residentes fronterizos en ciudades gemelas, mediante un documento de residencia.
En realidad, ni es un decreto, ni lo firma Bolsonaro, ni el tal artículo cuarto es nuevo. La “portaria” es un documento brasileño considerado “acto administrativo especial”, con efecto de medida del Poder Ejecutivo. La actual Nº 456, del 24 de setiembre de 2020, la firman el jefe de la Casa Civil de la Presidencia y los ministros de Justicia y Seguridad Pública, de Infraestructura y de Salud. Es igualita a las anteriores, que se vienen renovando cada 30 días desde que Brasil prohibió el ingreso de extranjeros por la pandemia. Nunca impidió que brasileños puedan salir de su país.
En el Diario Oficial da Uniao (www.in.gov.br) se puede ver que las anteriores “portarias” ya incluían el famoso artículo cuarto que autoriza el tráfico de residentes fronterizos en ciudades gemelas. Esa posibilidad siempre existió por parte del Brasil. Era el Paraguay el que no permitía el ingreso y salida de personas. Ahora, para apelar al recurso, necesita producir documentos de residentes fronterizos, algo que no existe y llevaría tiempo.
Hay mentiras y silencios en la crisis de frontera. Si todo depende de una simple charla telefónica entre Marito y Bolsonaro, ¿por qué no se ha dado? ¿No era que tenían línea directa, como aquella noche del casi juicio político por el acta secreta de Itaipú? O es un doble juego para que los esteños crean que sí se va a abrir pronto el puente, pero no, porque no conviene poner en riesgo la salud… o hay teléfono cortado entre Palacio de López y Planalto.
Entre tanto, el emblemático Puente de la Amistad se ha vuelto un caricaturesco Muro de Berlín a destiempo, incluyendo a la esporádica jaula humana de repatriados.