María vive actualmente en Capiatá, donde se mudó hace varios años desde el Sur y nos recibe en un amplio y verde patio, entre palmeras y árboles en flor.
VISITA. En sus manos ella tiene la foto original, una pequeña copia en blanco y negro, de poco más de 10 centímetros de alto, con algunas manchas amarillas.
Asegura que la imagen fue tomada en 1954 o 1955, lo cual significa que Mengele aún no se había mudado a la casa de los Jung, seguía viviendo en Argentina, pero ya venía de visita con frecuencia a las Colonias Unidas.
Ella recuerda que en su casa lo conocían como Fricke, lo cual no coincide con otros datos pues –según los demás testigos– el médico se daba a conocer en la región por los apellidos Fritz y Fischer. La mujer dice que su memoria ya no es muy clara después de tanto tiempo, pero que sí está segura de que el hombre de la foto es Mengele.
“Él ayudaba a la gente, a mí me llegó a curar cuando estuve muy enferma, por eso yo lo recuerdo de buena manera”, destaca.
IRONÍA. Lo llamativo es que Juan Francisco Münzberg Kornke, el padre de María, era un colono alemán de procedencia judía, pero ese detalle lo había ocultado durante mucho tiempo, incluso a sus propios hijos.
Había salido de Alemania en los años 30, antes de la guerra, huyendo del clima de persecución. Vino primero a la Argentina y años después se mudó al Paraguay. La ironía del destino hizo que se hiciera amigo del médico nazi, sin que en ese momento ninguno de ellos supiera que uno era nazi y el otro judío.