''Los exámenes complementarios de rutina evidenciaron una mejora evolutiva con respecto a días anteriores’’, según el parte médico entregado por el Sanatorio Güemes de Buenos Aires, donde el ‘’10'’ está internado desde el miércoles.
''Se encuentra cursando el quinto día de internación con buena evolución clínica’’, agregó la nota, firmada por el médico personal de Maradona, Alfredo Cahe, y el director del establecimiento, el doctor Héctor Pezzella.
Agregó que el ex capitán del seleccionado argentino ''continuará con el mismo esquema terapéutico para el tratamiento del cuadro que motivara su internación y asistido por el mismo equipo profesional interdisciplinario’’.
Maradona, de 46 años, tuvo que ser hospitalizado con un cuadro de intoxicación alcohólica que, junto al exceso de comidas, afectaron sus funciones hepáticas. Al deterioro de su salud también contribuyeron la cantidad de cigarros que venía fumando el ex jugador, que antes no tenía ese vicio, según reconocieron los médicos.
Además de la atención clínica, Maradona es asistido por un equipo de salud mental para tratar su alcoholismo, adicción con la que reemplazó a las drogas, según Cahe.
En los últimos meses, Maradona fue visto frecuentando restaurantes y locales nocturnos en los que fue fotografiado y filmado comiendo y bebiendo en exceso. Semanas atrás, su rostro mostró las cicatrices de una violenta caída que había sufrido en un confuso episodio durante una de sus escapadas nocturnas.
Su silueta actual poco tiene que ver con la que lucía en 2005, cuando causó impacto como conductor televisivo después de un ''by-pass’’ gástrico en Colombia para reducir el tamaño del estómago que le permitió perder unos 50 kilos de peso en seis meses.
El nuevo colapso en la salud de Maradona conmocionó a los argentinos pero no tanto como en 2000 y 2004, cuando estuvo al borde de la muerte por su adicción a la cocaína. - (AP)