Un tribunal de Sentencia condenó este lunes a dos años de cárcel al ex senador electo Rafael Esquivel, alias Mbururu, por una causa por coacción grave que fue abierta tras la invasión a un inmueble ocurrido en octubre del 2019 en la estancia La Sonrisa de Ciudad del Este, Departamento de Alto Paraná.
Mbururu también había sido acusado y estaba afrontando juicio oral y público por supuesto robo, pero por este hecho fue absuelto, informó Edgar Medina, corresponsal de Última Hora.
“Para este tribunal, existe una duda razonable con relación a su participación en el hecho del arrebatamiento de aparatos celulares, por lo que, conforme al artículo 5 del Código Procesal Penal, Esquivel debe ser absuelto”, sostuvo en la ocasión la presidenta del tribunal.
El político se mostró contento tras la lectura de la sentencia y celebró brindando declaraciones a través de los medios. En medio de sonrisas, sostuvo que logró “demostrar que ese lugar es público y que es de la República del Paraguay”. “Avasallaron con una muralla, yo no quiero para mí ese lugar, es del pueblo paraguayo”, expresó.
Su abogado, Eduardo Lezcano, defendió nuevamente a su cliente y dijo que actuó “solo para defender” un predio que es de dominio público. En tanto, afirmó que no están conformes con la condena por coacción, debido a que, según él, “no hubo agresiones” recíprocas y porque ocurrió en tierras de dominio público.
“Se demostró que él justamente estaba evitando un hecho punible, que era la invasión de tierras de dominio público, en este caso de la Municipalidad, y esta vez ocurrió la misma cosa. No existe una determinación exacta de hasta dónde es la propiedad de la familia Montalbetti”, alegó.
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Advirtió que la Justicia debe determinar hasta dónde es propiedad de la familia afectada y hasta dónde es municipal, ya que de lo contrario puede repetirse este hecho o terminar en tragedias.
Por su parte, el abogado querellante, Víctor Enriquez, dijo que se encuentran conformes con la pena, por lo que descartan apelar el fallo. Manifestó que, para ellos, “lo importante es que se demostró que Mbururu actúa de esa forma y que hostigó” a la víctima.
El hecho había ocurrido en octubre del 2019, en la estancia La Sonrisa, en el kilómetro 7, en el barrio Don Bosco de Ciudad del Este, a orillas del río Acaray.
Debido a la sequía de ese entonces, Mbururu instaba constantemente a ingresar a la propiedad de 25 hectáreas, por un supuesto remanente. Esto se hizo efectivo en el 2019, cuando unas 15 personas con machetes e incluso escopetas y otros elementos ingresaron para quedarse en el lugar.
Supuestamente, también habrían golpeado y despojado de tres celulares a los propietarios del inmueble. Por este hecho, también fue acusado Mbururu, pero ahora quedó sobreseído.
El dirigente se encuentra con prisión preventiva por varios hechos, como el atropello de una propiedad en la ciudad de Itakyry, donde ingresó con un grupo de indígenas y fue procesado por tentativa de homicidio doloso, tentativa de coacción sexual y otros hechos delictivos.
Asimismo, cuenta con un caso por abuso sexual registrado en Ciudad del Este, en el que la víctima sería una niña de 12 años que habría sido vendida por la madre. La mujer también se encuentra procesada por proxenetismo.