Según el último balance de víctimas, se han registrado por el momento 156 muertos, uno más con respecto al viernes, y 806 heridos, mientras que el número de desaparecidos bajó a 94, cuatro menos que en el viernes.
Las inundaciones, lluvias torrenciales y deslizamientos de tierra han causado estragos en el 90% de los municipios del estado de Río Grande do Sul, una importante región agropecuaria e industrial en el sur de Brasil con una población de 11 millones de habitantes.
Aún hay barrios enteros de algunas ciudades de Río Grande do Sul, el estado más castigado por la tragedia climática, que siguen anegados por el agua dos semanas después de un temporal sin precedentes que se prolongó por varios días.
DAMNIFICADOS. Hay 2,3 millones de damnificados en esta región fronteriza con Uruguay y Argentina, de los que unos 620.000 tuvieron que abandonar sus hogares y marcharse a albergues o las casas de sus parientes.
El Gobierno de Río Grande do Sul anunció el viernes la construcción de cuatro “ciudades temporales” en las de Porto Alegre, Canoas, São Leopoldo y Guaíba para albergar a los miles de afectados. EFE