En setiembre pasado, en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), egresó la primera mujer ingeniera aeronáutica del Paraguay, con tesis laureada. Se trata de María Piedad Rivas Ortiz, quien al llegar a este punto no solo se llevó el título sino también el respeto y la admiración de todo el país.
HISTORIA. Desde pequeña, Mapi, como la conocen sus allegados, fue una “curiosa empedernida” y amante de la ingeniera, según comenta. La niña no dejaba un objeto entero y por curiosidad llegó a desarmar más de un electrodoméstico en la casa, aprendiendo el funcionamiento de cada cosa. Más adelante despertaría en ella el interés por los aviones.
“Siempre tuve una admiración y pasión por la ingeniería. Desde pequeña trataba de entender cómo funcionaban las cosas, y desarmaba todo a mi paso para lograr mi objetivo. Así surgió mi amor por la mecánica. Más adelante la curiosidad me llevó a amar así también la aeronáutica. Entender cómo semejantes máquinas pueden volar es asombroso”, señala María Rivas.
La flamante ingeniera indica que son varias las situaciones vividas durante estos años de estudio, pero destaca que su paso por la universidad la volvió “una persona fuerte, valerosa, amable, empática y, por sobre todo, sacrificada”.
“Junto a mis compañeros, profesores y tutores pasé demasiados buenos momentos; siempre me apoyaron. La verdad es que estos años de universitaria me formaron como persona”, agrega.
Ser la primera mujer en recibir este título la llena de orgullo y satisfacción. “Es un tremendo logro, realmente me cuesta dimensionar lo grande que es. Ni siquiera pensé que llegaría a tener ese nivel de influencia algún día, pero espero poder inspirar y alentar a las chicas en esta rama, en este campo tan apasionante”, indica Rivas.
DESAFÍOS Y PROYECTOS. La ahora ingeniera pasó varios desafíos y contratiempos para llegar a la meta, como lo económico, el cansancio y la depresión. “No es barato estudiar en nuestro país y no quería que mis padres paguen toda mi universidad, por lo que tuve que empezar a trabajar. Con esto vino el cansancio y la falta de tiempo, fue muy agotador y estresante. Atravesé por una depresión que fue la etapa más difícil que me tocó superar, pero acá estoy, batallando cada día por ser mejor”, afirma.
María es una de las tantas mujeres que están abriendo puertas para que otras mujeres puedan sobresalir en una carrera considerada solo para hombres.
“La industria aeronáutica en nuestro país está cada día dando más lugar a las mujeres. Tengo conocidas que cursan la carrera y trabajan en los talleres, y son una ídolas. Como mujeres estamos completamente a merced de los ojos de la sociedad, pero somos fuertes, podemos con todo”, refiere.
Actualmente se encuentra trabajando en la Dinac, específicamente en la Subdirección del INAC (Instituto Nacional de Aeronáutica Civil) apoyando en los cursos de Técnico Superior en Mantenimiento de Aeronaves y Técnico Superior en Control de Tránsito Aéreo.
María, que se considera una persona tranquila y divertida, gusta viajar y tomar tereré, y confiesa tener aficiones infantiles, como jugar con plastilina y pintar. Planea seguir su capacitación y aportar su conocimiento a las generaciones futuras. Es así que ya inició un curso sobre motores en Brasil, gracias a un acuerdo de cooperación entre la Koica y el Senai (Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial) de Brasil, y más adelante planea seguir un posgrado.
Rivas insta a las mujeres a luchar por sus sueños. “El hecho de animarse ya es el primer paso. Siempre he dicho que juntas somos más fuertes de lo normal y estamos para apoyarnos. Juntas podemos contra el mundo”, asegura la ingeniera.
LOGRO. María Rivas es la primera mujer ingeniera en Aeronáutica de Paraguay, egresada de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).